EL PARQUE TINGUARO, UN SUEÑO QUE SE HA HECHO REALIDAD
El Parque Tinguaro es sin duda el nuevo pulmón verde de La Verdellada, o como se indicaba en los orígenes de este proyecto, la recuperación del “Verde de La Verdellada”. El inicio de este proyecto data de las negociaciones del Plan General de Ordenación Urbana del año 1997, cuando los colectivos del barrio, encabezados por las Asociaciones Ajuve y Los Verdeños, comenzaron a movilizarse para conseguir que en ese PGO se plasmaran las demandas históricas del barrio en forma de equipamientos.
En aquellas negociaciones y acciones reivindicativas, el barrio comenzó los planteamientos de la necesidad de equipar la zona con los servicios públicos y de esparcimiento necesarios para una mejor calidad de vida, ante lo que consideraban una excesiva masificación de viviendas frente a los pocos lugares de recreo que iban quedando en La Verdellada, que pese a sumar ya más de 10.000 vecinos, tenía y tiene muy presente su cercano pasado agrícola y ganadero, y su ambiente marcadamente rural.
Antes esos movimientos vecinales, el Ayuntamiento de La Laguna inicia negociaciones tripartes con representantes vecinales y propietarios del suelo y promotores de toda la zona norte del barrio, donde se configuraban dos grandes unidades de actuación a las que se le quería ganar el suelo necesario para ubicar los equipamientos que pedían los vecinos.
El gran acuerdo se cuajo definitivamente en el PGO aprobado en el año 2000, negociando en la parte vecinal el entonces presidente de Los Verdeños Jonathan Domínguez (actual concejal de zona), en el que se lograron más de 20.000 metros cuadrados a estas dos unidades de actuación para situar en ellas los grandes sueños del barrio: El Campo de Fútbol, la Guardería, la Casa del Barco (único proyecto sin ejecutar por quedar ahora pendiente del nuevo PGO) y el Parque Tinguaro.
Once años después, La Verdellada está orgullosa de aquel trabajo de negociaciones intensas, que demuestra con creces que dialogando y cediendo, siempre ganamos todos.
Entre el casco de La Verdellada y el Colegio de La Salle, los vecinos ya disponen de un campo de fútbol de césped artificial inaugurado en julio de 2008, de una guardería municipal inaugurada en diciembre de 2010, y de este gran parque de casi 10.000 metros cuadrados, que colmata toda esta gran manzana de equipamientos al servicio de los vecinos, representando sin duda la guinda a una década prodigiosa de grandes cambios y avances para La Verdellada.
El nuevo parque lo componen dos zonas claramente diferenciadas, sobre todo por el tipo de vegetación que en ellas crece. La primera parte es la más antigua, al lado nordeste, que aprovecha en gran medida los restos de los antiguos jardines del Colegio La Salle, que ya estaban cedidos y abiertos de manera provisional desde hace cinco años. Esta zona se ha integrado al proyecto global del parque, y ahí se ha actuado creando paseos y una gran zona de juegos infantiles, así como una plaza para actividades múltiples. Esta zona conserva gran parte de los grandes árboles originales de los antiguos jardines, aunque se ha aumentado de manera notable la masa arbórea con laureles de indias, pinos de oro y sauces.
El parque lo divide de manera longitudinal de norte a sur, un gran paseo central de 8 metros de ancho y 130 de largo, que aprovecha la antigua vía de acceso al Colegio La Salle. Este gran paseo incorpora un carril bici, alumbrado Led, y una exposición de los antiguos capiteles de la Catedral de La Laguna, sin duda una de las incorporaciones más llamativas y vistosas del nuevo parque, que cedidos gratuitamente por el Obispado, quedarán de manera permanente expuestos en este lugar.
Y finalmente la parte nueva del equipamiento, es la gran parcela triangular correspondiente a la unidad de actuación en la que se edificó el Residencial Tinguaro, en homenaje al guanche de esta zona, que ha sido el que ha dado el nombre popular a este nuevo parque. En esta gran parcela, en cuya esquina sur se encuentra la nueva escuela infantil del barrio, se han creado dos paseos, y se caracteriza por ser el lugar donde se han trasplantado todas las grandes palmeras, washintonias y dragos procedentes de la Urbanización La Verdellada, afectados con las nuevas cajas de escaleras de los bloques en los que se han colocado ascensores.
El trasplante de estos árboles ha sido el motivo de los retrasos en la apertura definitiva del parque, ya que las asociaciones del barrio y el ayuntamiento pactaron en 2007, no inaugurar este equipamiento hasta que no se colmatara de árboles de gran tamaño esta zona. Con ello se buscaba evitar el deterioro de los paseos con estos trabajos, y con el fin de poder inaugurar el parque con todos sus árboles crecidos.
En definitiva, este domingo 27 de marzo, La Verdellada más que inaugurar un gran parque urbano, ha logrado hacer realidad un gran sueño, que gestado durante una década, viendo el resultado de la obra, ha valido la pena.
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