La Verdellada conmemora el 3 de mayo dedicando la decoración de sus cruces a las víctimas de Covid19 La Cruz de Marca y la Cruz de Los Verdeños fueron arregladas de forma austera por la imposibilidad de organizar grupos de trabajo como en años anteriores. Los vecinos respondieron confeccionando más de una docena de cruces que colocaron en sus casas y fachadas.
Que el 2020 pasará a la historia por ser un año triste y distinto parece que nadie lo duda. El obligado distanciamiento social con motivo de la cuarentena del Covid19 se está llevando por delante la vida de miles de personas en nuestro país, y como efecto secundario la economía se hunde y se hace imposible la organización de las tradiciones que nos identifican como pueblo. Las celebraciones del mes de mayo en La Verdellada están oficialmente suspendidas, por lo menos los actos populares en los que habitualmente se concentraban los vecinos, como fue el pasado día de la Cruz.
La ausencia de actos populares, no ha sido motivo para no cumplir con el enrame de las cruces más conocidas de La Verdellada, como la histórica Cruz de Marca o la moderna Cruz de Los Verdeños de la Plaza Mayor, dedicada esta última a los difuntos del barrio, motivo por el que este año ha tomado un triste protagonismo especial. Las asociaciones del barrio, integradas en la Federación Unión Verdeña, en colaboración con el Estanco Bazar Hermes, se encargaron de preparar y colocar, cumpliendo con los protocolos de distancia social, los austeros arreglos florales de ambas cruces.
En la Cruz de Marca se encendieron velas en memoria de las víctimas del Covid19, y la Cruz de Los Verdeños, de color negro en señal de luto eterno por los difuntos del barrio, recibió también un bonito arreglo florar de la vecina Rosy Afonso. Y es que los vecinos este año se implicaron más que nunca y desde la distancia, con las celebraciones del día de la Cruz, confeccionado más de una docena de trabajos que lucieron en casas y fachadas este pasado domingo 3 de mayo. Los lazos y crespones negros en señal de luto por las miles de personas que se ha llevado el Covid19 han sido las protagonistas en casi todos los trabajos.
La Cruz de Piedra amanece otro 3 de mayo con sus tradicionales flores blancas
Desde 2008 el Ayuntamiento de La Laguna se encarga de engalanar cada 3 de mayo la cruz más antigua y famosa de la ciudad, situada en la glorieta del mismo nombre en Barrio Nuevo.
La primera reseña histórica que existe de la Cruz de Piedra, data de 1560, cuando fue encargada su obra por el cabildo, para significar la bendición de la tierra en la que se libró la batalla de La Laguna, previa a la conquista de Tenerife. Con esta motivación el humilladero ha servido durante siglos para reavivar el recuerdo de la lúgubre y definitiva batalla que enfrentó a guanches y españoles, en uno de los últimos capítulos sangrientos de la conquista de la isla.
Fue posiblemente este el motivo por el cual fuera colocada 6 años después de su construcción en la zona de el "tanque abajo", en la entonces entrada principal de "la villa" desde el camino real que la unía con el muelle de Santa Cruz, desde dónde se divisaba todas las tierras que fueron testigos de tan sangrienta batalla algo menos de un siglo atrás. La cruz fue colocada inicialmente dónde hoy se encuentra el monumento de la Milagrosa, en la plaza de San Cristóbal, tal y como descubrió el historiador Alejandro Cioranescu, en sus estudios a los textos originales de Antonio de Viana.
En esos textos también se recoge que el humilladero fue desplazado más abajo "pasados varios años", más cerca del lugar dónde se libró la batalla para bendecir sus tierras, como consecuencia de crecientes leyendas espectrales de las que fueron testigos usuarios del camino real. Así la cruz aparece en el famoso plano cartográfico de Leonardo Torriani, sobre 1589, unos cien metros más arriba del lugar que ocupa actualmente, aproximadamente donde hoy está la gasolinera al inicio de la avenida que ahora también lleva el nombre del famoso ingeniero italiano.
Allí estuvo hasta que en 1697, un huracán deterioró el monumento, que se intuye estaba construido con débil toba roja (similar a las piezas que aun conserva en su base), lo que llevó al Cabildo a rehacerla en robusto "basalto de cantería azul", y desplazarla a una zona más azocada, junto a una pequeña construcción de registros, que existía unos 20 metros más al norte del lugar que ocupa en la actualidad. En ese solitario lugar fue dónde más tiempo se conservó y ubicó la cruz, casi en el olvido de tres siglos, hasta la gran expansión que vivió la ciudad a mediados del siglo XX hacia esta zona de Barrio Nuevo.
Fue en torno a 1948, cuando como consecuencia del gran proyecto de urbanización impulsado por el mando económico franquista, con motivo de las obras de construcción e inauguración del edificio central de la Universidad de La Laguna, la cruz volvió a ser considerada y recuperar el protagonismo de antaño. Con estas importantes actuaciones urbanísticas, la cruz fue trasladada y colocada en el lugar actual, presidiendo una rotonda inaugurada en 1951, en la entonces principal vía de acceso a la ciudad desde Santa Cruz de Tenerife.
Desde aquel momento la Cruz de Piedra no se ha vuelto a mover de su lugar, pese haberse reurbanizado la zona varias veces desde 1951, como fue a finales de los años 60 con la apertura de la Avenida Lora y Tamayo; en 1992 con las obras de la primera fase de la avenida Los Menceyes; o en 2005 con la reconfiguración que vivió la zona con la puesta en marcha del tranvía de Tenerife. Fue esta última gran obra la que permitió alejarla unos metros del alcance del intenso tráfico que soporta esta importante vía de acceso a la ciudad, en aras de su mejor conservación.
La Cruz de Piedra que resistió durante siglos al mal tiempo, varios huracanes y terremotos, la guerra civil, e incluso al peor de los olvidos, no pudo con el vandalismo de una mal recordada noche de Halloween de 2007, cuando unos alumnos extranjeros de programas Erasmus de Universidad de La Laguna, atentaron contra el monumento mutilándolo hasta el punto de derribarlo. La noticia causó gran consternación en la ciudad, cuya entonces alcaldesa Ana Oramas, dio orden de investigación, y posterior y urgente restauración, que coordinó el aparejador ya fallecido Adrián Alemán, entonces insigne asesor del PEP (Plan Especial de Protección del patrimonio de La Laguna).
Fue precisamente tras este suceso, cuando el ayuntamiento se hizo cargo de asumir, desde entonces, la decoración de la Cruz de Piedra el día de su festividad cada 3 de mayo, siendo la decoración de 2009 una de las más vistosas de su historia. Desde entonces la Cruz de Piedra no ha dejado de florecer cada 3 de mayo, que ya ha tomado casi como tradición que se usen siempre flores blancas en su enrame, como sucedió este 2020 tal y como anunció el alcalde en sus redes sociales, dónde el blanco de sus flores fue quizás, lo más destacado de la austera y sencilla decoración contratada por el consistorio para la más antigua e importante cruz de la ciudad.
Barrio Nuevo enrama su cruz con la colaboración de los comerciantes
La Cruz de Barrio Nuevo, junto a la fachada de la parroquia, fue decorada de manera sencilla pero elegante, incluyendo crespón negro en señal de luto por los fallecidos del Covid19.
La asociación de vecinos Barrio Nuevo - Viña Nava no ha querido que la tradición del enrame de las cruces el 3 de mayo se cancelara con la cuarentena de Covid19, así que cumpliendo las medidas sanitarias de distanciamiento establecidas, organizaron un enrame de cruces en casas, con concurso incluido, y de la nueva cruz situada desde el pasado año frente a la parroquia. El enrame de esta Cruz se llevó a cabo con un diseño de los integrantes de la comisión de la Cruz de mayo de Barrio Nuevo, creada este año por primera vez, y que han realizado una gran labor, y con la colaboración de los negocios locales "Floristería Flores y Cosas" y a "Decoraciones Mi Hogar" que aportaron los materiales utilizados.
Respecto al concurso online organizado para animar a los vecinos a enseñar sus cruces privadas, cabe destacar la amplia participación registrada, resultando ganadora del 1º Premio: Úrsula Manuela Ruiz; 2º Premio: Judith Sarai Díaz Díaz; y 3º Premio: Adrián Hernández Álvarez, tal y como publicó al amanecer del 3 de mayo la asociación de vecinos en su cuenta de facebook. En esa misma publicación, comunicó que en los próximos días se pondrá en contacto con los ganadores para la entrega de premios, al tiempo que agradecieron y felicitaron a todos los participantes por sus trabajos.