El "desastre" de la Mesa 1-11-U de Barrio Nuevo paraliza la
política municipal
Una de las tres mesas electorales de Barrio Nuevo, en las
pasadas elecciones municipales del 24 de mayo, ha sido objeto de impugnación
por parte del Partido Popular, lo que obliga a retrasar la toma de posesión de
la nueva corporación municipal de La Laguna hasta el día 3 de julio.
Lo sucedido en la mañana del domingo 24 de mayo en el Centro
Ciudadano de Barrio Nuevo tenía visos de traer cola, de hecho, y curiosamente,
fue el apoderado de Podemos el primero que advirtió de la ilegalidad de lo
sucedido y de su intención de impugnar la mesa 1-11-U, contra la opinión de los
demás representantes de partidos que no veían irregularidad entonces. Pasado el
medio día, la mesa en la que se situaban las tres urnas de la 1-11-U se abrió,
y las urnas cayeron al suelo, rompiéndose y esparciéndose votos de la urna referente
al ayuntamiento.
Hasta ahí, todo fruto de un accidente reconducible. El
problema fue que no había urna de repuesto, y los votos, con más de treinta
personas moviéndose por dentro de espacio electoral, siguieron esparcidos en la
mesa y urna rota hasta que llegó una nueva. “Figura en el acta que un agente de
la policía custodió la sala y los votos, pero lo cierto es que el descontrol
que se generó en aquellos minutos no garantiza que los votos que luego se introdujeron
de nuevo en la urna fueran exactamente los mismos, aunque si la misma cantidad”,
tal y como argumentan fuentes del PP. En el acta se refleja que el número de
votos que se reintrodujeron fueron la misma cantidad, pero no se da fe de que
fueran los mismos votos, de ahí que se pudiera interponer el recurso.
De hecho se abre la suspicacia que ahora impugna el PP,
sobre el resultado tan distorsionado de los votos de esa mesa respecto a los de
las otras del colegio cercano a favor de Unidos se Puede. En la mesa impugnada,
la 1-11-U, la primera fuerza fue Usp con 115 votos, seguido del Psoe con 96,
tercero el PP con 68 y cuarto CC con 66. En la 1-12-A, sección del distrito
separada por una calle, la primera fuerza fue CC con 125 votos, segunda el Psoe
con 75, tercero Usp con 73 y cuarto el PP con 34, en la línea de los resultados
de las diferentes mesas de la zona.
Lo más llamativo de la jornada electoral, fue que una vez
terminado el recuento de la mesa, el más incisivo de los apoderados en las
intenciones de impugnarla, es decir el representante de Podemos, al ver el
resultado tan favorable de la 1-11-U, desistió de sus intenciones y recogió el
acta sin mostrar ninguna discrepancia.
El resultado de esta mesa en solitario no afecta al reparto
de concejales del ayuntamiento, pero si se suma a otra en la Gerencia Municipal
de Urbanismo, también impugnada por el PP por hechos distintos, el reparto de
votos haría cambiar el reparto de escaños. Ahora mismo Usp tiene un sexto
concejal por tener unos 170 votos más que el PP; si se anulan las dos mesas en
litigio que es lo que persiguen los populares, el reparto haría variar la balanza,
y ese sexto concejal caería a favor del PP, que pasaría de 4 a 5, con una diferencia a
favor de apenas 5 votos.
Este sábado 13 de junio estaba prevista que la nueva corporación
municipal electa el pasado 24 de junio, tomará posesión de sus cargos y se
realizará el pleno de investidura del nuevo alcalde. La nueva corporación
electa reparte 7 concejales a CC, 6
a Usp, 5 al Psoe, 4 al PP, 3 a XTF-NC, y 2 a C’S. Al presentarse el
recurso judicial del PP, la nueva corporación no podrá tomar posesión antes del
3 de julio, cuando se sentencie este recurso, que de salir favorable al PP, cambiaria
el reparto de escaños, de manera que CC seguiría con 7, Usp bajaría a 5, el
Psoe se mantendría con 5, el PP subiría a 5, XTF-NC mantendría sus 3 y C’S sus
2 ediles. Habrá que esperar el desenlace de este asunto para conocer el futuro
político de nuestro municipio.