lunes, 4 de octubre de 2021

NOTICIAS

Barrio Nuevo y La Verdellada tiemplan de nuevo con el desbordamiento de los botellones del cuadrilátero

Los vecinos de la parte alta del Barrio Nuevo, y de la urbanización La Verdellada, llevan ya cuatros fines de semana consecutivos sufriendo botellones en las calles de la zona y sin presencia policial alguna. Las calles amanecen con botellas y basura que no se limpian hasta el lunes cuando aparece el barrendero.

La Laguna esta en una nueva era de ciudad sin ley.

El cuadrilátero y el ocio nocturno es un viejo conocido para Barrio Nuevo y La Verdellada, zonas preferidas para el aparcamiento de quienes acuden cada fin de semana a la zona de ocio nocturno por antonomasia de La Laguna. Hace más de 15 años, cuando el ayuntamiento creó la URSI (unidad especial de intervención de la Policía Local) y dotó de cámaras el cuadrilátero, que los vecinos dormían relativamente tranquilos.

El control de los botellones por parte de la policía local había funcionado bien, y la limpieza de la zona cada sábado o domingo por la mañana eliminaba las pocas huellas que quedaban de las noches de farra juvenil. La ordenanza de convivencia se estaba aplicando y se llegó a un equilibrio entre el ocio nocturno en locales preparados para ello y el descanso de los vecinos.

Sin embargo este mes de septiembre de 2021, la pesadilla ha vuelto con una fuerza sin precedentes, de manera descontrolada y además en manos de una nueva generación sin miedo a la policía o la norma. 

La conciliación entre el descanso vecinal y el ocio nocturno salta por los aires, y los vecinos, pero también los empresarios del ocio nocturno, se ven totalmente indefensos ante la avalancha de miles de jóvenes que toman las calles y plazas como si de un carnaval se tratara. "Se percibe un respeto cero al descanso vecinal, al mobiliario urbano y a la poca policía que se ve en la calle", comentan con preocupación los vecinos afectados.

Este pasado sábado 2 de octubre, los botellones llegaron a las calles centrales del Barrio Nuevo y urbanización La Verdellada, en los previos tras el aparcamiento, y en los regresos cuando cerraron los locales de ocio, alargando las molestias a los vecinos hasta bien entrada la madrugada. 

La indefensión vecinal fue tal, que llamando a la policía local por vehículos estacionados en vados, o por los escándalos en las calles, la respuesta municipal era un continuo "no tenemos efectivos operativos en este momento". El ayuntamiento eliminó la URSI el año pasado, tal y como recogió la prensa, y se quedó sin una herramienta de vital importancia en momentos como estos, lo que unido a la falta de efectivos policiales, están convirtiendo La Laguna en la ciudad sin ley.

Días anteriores a este fin de semana, desde el ayuntamiento se presentó a bombo y platillo un plan de acción conjunto entre la policía nacional y la local para controlar lo que el pasado fin de semana anterior ya parecía de gravedad. Sin embargo el dispositivo no ha servido para nada, puesto la dejadez y la nula previsión ha generado un efecto llamada, que ya moviliza a miles de jóvenes, muchísimos menores de edad, que crece cada fin de semana, ante los cuales la policía no tiene capacidad de respuesta alguna.