40 años de espera... ¿Llegó la hora de la calle Emilio Gutiérrez
Salazar?
El concejal de Obras, Jonathan Domínguez, anunció por sorpresa en la
asamblea del Colegio de La Verdellada, que su área solucionará el problema histórico
de seguridad de la Calle Emilio Gutiérrez
Salazar, que carece de pluviales, de aceras y de
baranda con el barranco desde hace 40 años.
Estado actual de la calle Emilio Gutierrez Salazar frente al Colegio de La Verdellada. |
Terminar la calle Emilio Gutiérrez
Salazar entre el colegio de La Verdellada y la entrada del Seminario Diocesano,
es una actuación que se demora ya más de 40 años, precisamente los años que
tiene el propio colegio público verdeño. Han pasado siete alcaldes, once
concejales de obras, y otra tira de concejales de zona, y nadie ha sido capaz
de sacar esta obra adelante, pese a su importancia en cuanto a la seguridad del colegio
se refiere.
Se trata de un tramo de apenas cien metros, justo frente al
colegio público, que carece de acera, de red de evacuación de aguas de lluvia y
lo más importante, de baranda que proteja a los peatones y niños del centro escolar
ante a la profundidad del barranco. El alumbrado de este tramo es pésimo, y el
estado en el que se encuentra el precario asfaltado “provisional” que se le dió hace 18 años es vergonzoso. Es un tramo de vía sin casas, pero estratégico en
la comunicación interior de La Verdellada, por ser paso obligado para ir al
colegio, al seminario o para entrar al barrio desde el casco de la ciudad por
el barrio el Timple.
Esta obra ha sido reclamada desde siempre por vecinos y
padres de alumnos, incluso por los usuarios del Seminario Diosesano, pero
siempre ha quedado descolgada de las listas de prioridades en actuaciones de la
zona, quizás por no existir muchas viviendas colindantes a este tramo de calle.
Lo cierto es que es una vergüenza como se encuentra esta vía, a menos de 400 metros del propio Ayuntamiento
de La Laguna, a 150 metros del casco histórico, a la puertas de un colegio público, y
en medio de uno de los barrio más poblados del distrito uno de la ciudad.
Un peligro siempre presente, frente al colegio público del barrio,
motivo por el que la Asociación de Vecinos Los Verdeños desde hace años ha planteado que se ejecute
esta obra, que sin embargo siempre ha quedado pendiente por motivos nunca
respondidos. La última promesa de arreglo fue hace dos años, cuando se dijo que se incluiría en el proyecto global de rehabilitación del barranco, que ahora ha quedado "semi-parado" por limitaciones presupuestarias.
El actual concejal de Obras, Jonathan Domínguez, que hace 8
años fue presidente de la asociación de vecinos Los Verdeños, ya en aquella
etapa solicitó que se ejecutara esta obra, que finalmente le ha terminado tocando a él
tomar la decisión de priorizar, como otros tantos proyectos de La Verdellada y Barrio Nuevo. Así pues el pasado lunes 22 de septiembre, y
para sorpresa de los vecinos, anunció públicamente en la asamblea de apertura
del curso escolar en el Colegio Verdeño, que quizás antes de fin de año, se
pueda iniciar la prometida obra aprovechando la ya programada actuación de
evacuación de aguas pluviales del colegio.
Las actuaciones al detalle, tal y como informó
posteriormente el concejal a la asociación de vecinos, incluirán la citada red de
pluviales, la terminación de las aceras y la baranda con el barranco desde el
colegio hasta la entrada del seminario, la rodadura asfáltica de la calle y la
preinstalación del nuevo alumbrado público. En definitiva un pequeño proyecto para
terminar “una calle” en pleno centro urbano de un barrio con más de 10.000
vecinos, que se había convertido en una vergüenza, olvido gubernamental durante
más de 40 años. Domínguez se comprometió en el consejo de zona hace un año a solucionar este problema, hace un año, solución sin los lujos del proyecto de rehabilitación medioambiental del barranco, pero solucionarlo.