El cambio de colores en los bloques de la Urbanización de La Verdellada tras el
inicio de las obras de rehabilitación con la primera fase hace ahora casi diez
años, nunca ha terminado de convencer a toda la comunidad.
En el año 2016, se cumple una década del inicio del ARI de La Verdellada , el primer
plan de rehabilitación de viviendas que se inició en Canarias con el nuevo
sistema de copago entre administración y propietarios. Fue el plan piloto, que
luego se exportaría a otros barrios del municipio, y copiado para otras decenas
de municipios en toda España.
Antes de aquel año 2006 de inicio de obras, hubo otros
tantos años de negociaciones y reuniones entre la entonces alcaldesa, Ana
Oramas, el que era concejal del barrio Fernando Clavijo, la concejala de viviendas
Blanca Pérez, el presidente de la asociación de vecinos de entonces Jonathan
Domínguez, el ex presidente de Canarias Adán Martín, y el ex presidente del
Cabildo Ricardo Melchior, para concretar y formalizar la apuesta por la
rehabilitación de La
Verdellada , con la inclusión de los necesarios ascensores.
Con este plan de rehabilitación, llegó quizás una de las
decisiones más controvertidas de la historia de la urbanización, tal y como ha
sido el cambio de color de los bloques, del histórico blanco y verde único y característico
del barrio, al rojo teja y blanco que se ha ido dando a cada uno de los bloques
rehabilitados.
Pasados diez años del inicio de la primera fase, todavía la
gente debate y discute el color elegido, unos dices que por las comunidades de
esa primera fase, y otros por los técnicos de Muvisa sin consenso con los
vecinos. Lo cierto es que en la
Asociación de Vecinos nadie sabe quien dio el visto bueno al
nuevo color, que sin consenso fue “impuesto” sin debate vecinal, de hecho
cuando preguntas a los protagonistas políticos del logro, ninguno recuerda
quien eligió el color.
Ya se han ejecutado las 1ª, 2ª y 3ª Fase de las obras de
rehabilitación, y cada una de ellas ha ido pintando los bloques con un tono de
pintura parecido pero no igual, y a las claras, visiblemente de distintas
calidades, tanto así que hay fases más nuevas cuya pintura ya se está cayendo mientras
que en la primera aun sigue intacta.
A las criticas por las calidades de las pinturas se suma la
de los tonos, parece mentira que no se vigilara que en las distintas fases las
empresas adjudicatarias respetaran la referencia y calidad de las pinturas. Hay
bloques pintados con las obras hace 4 años, que están en peor estado, pintura
despintada y agrietada, que algunos de los pintados hace 25 años de blanco y
verde.
La paralización de la rehabilitación por la crisis en 2012, ha hecho que en
espera del inicio de la 4ª fase ya aprobada, muchas comunidades de bloques aun
sin rehabilitar hayan tenido que asumir de urgencia la pintura de sus fachadas,
en las que como nota a destacar, han decidido mantener el verde y blanco y no sumarse
a la gama roja que no termina de convencer.
Nadie discute en el barrio que la rehabilitación de las viviendas
sea necesaria y fundamental para garantizar el futuro de la urbanización,
mejorando la calidad de vida de sus vecinos con la dotación de ascensores, pese
a los casos de algunos mal acabados o deficiencias en la ejecución de algunas
fases por parte de las empresas adjudicatarias. Sin embargo, el debate de los
colores nunca se muere ni logra enterrarse, porque a día de hoy, la inmensa
mayoría de los vecinos sigue prefiriendo el característico verde y blanco.
Por este motivo el debate sobre los colores se ha revivido
este verano con las intervenciones hechas por varias comunidades de edificios
no rehabilitados volviendo a pintar sus fachadas de verde y blanco, lo que ha
llevado al planteamiento de que la nueva y 4ª fase no opte por cambiar el color
al rojo, sino por mantenerse en una gama de verdes o verdes-grises y blancos. Los
vecinos han pedido a Muvisa que antes de pintar los edificios del color que les
de la gana, sean los vecinos los que lo elijan, o se mantenga el color que
durante 45 años ha dado identidad a la urbanización. El debate está servido.