La Verdellada tiene un sueño en forma de barranco llamado Araguy...
La recuperación ambiental del barranco de La Verdellada
parada por falta de financiación, prevé reiniciarse este año con un plan de
empleo. El despeje y limpieza del cauce del barranco, la rehabilitación del molino de agua
y la finalización del mirador son las prioridades del proyecto en el que se
prevé la participación del Cabildo Insular.
El proyecto de recuperación
ambiental del barranco de La Verdellada, fue junto con los ascensores y la
reforma del colegio, una de las promesas electorales más sonadas tanto de
Coalición Canaria como del Partido Socialista para la zona de La Verdellada las
pasadas elecciones municipales de 2011; ambos partidos comparten ahora gobierno
municipal, pero sin embargo no se les ha visto mucho interés en estos proyectos
desde que gobiernan juntos, algo que comienzan a lamentar los vecinos.
El proyecto de los ascensores
esta técnicamente parado por el bloqueo de financiación impuesto por el Partido
Popular desde Madrid, sólo se ha visto a Coalición Canaria interesada en
resolver esta cuestión, ya que ni a PP, ni a Psoe se les ha visto interés por
ahora. El proyecto de reforma del Colegio Público, que se ha ido ejecutando por
fases, sigue pendiente de lo mayor, que es la reforma y mejora de la salubridad
de sus baños y cocina, que según información municipal, podría ejecutarse este
verano, aunque sigue siendo una promesa.
Sin embargo el tercer proyecto,
la recuperación ambiental del barranco de La Verdellada, sin duda una de las
joyas etnográficas de La Laguna, lugar necesario para entender el origen
constructivo de la propia ciudad de La Laguna hace más de 500 años, por
encontrase aquí el horno de cal más antiguo de la ciudad, ha estado
prácticamente olvidado desde la finalización de la primera fase de los trabajos
en marzo de 2012.
“Araguy” es el nombre aborigen
que tenía toda la zona limítrofe al barranco de La Verdellada, topónimo que se
refiere al lugar por donde bajaban las aguas de Aguere. En esta zona se
desarrolló la primera gran industria que se instaló en La Laguna tras la
conquista, la de la elaboración de la cal, materia prima necesaria en la
construcción de edificios antaño. De hecho es en el barranco de La Verdellada
donde se encuentran los restos del que se considera “horno de cal” más antiguo
de La Laguna y quizás de Tenerife, junto con los dos molinos de agua igual de
antiguos, cuyas concesiones de explotación datan del año 1510.
Se puede decir que están en La
Verdellada las tres construcciones más antiguas de la ciudad, que mantienen aun
hoy, quinientos años después, la misma estructura que en sus orígenes. El
proyecto de recuperación del barranco verdeño, buscaba o busca, precisamente el
rescate de estas joyas de la etnografía y de la historia de La Laguna, y que
mediante una ruta que se desarrolla desde la trasera del antiguo Seminario
Diocesano hasta la propia
Casa del Barco, pudiera ser visitada y admirada por colegios,
turistas y ciudadanos en general. Esta ruta podría ser un revulsivo social, medioambiental
y también de revitalización económico para la zona.
Así pues, este proyecto ha sido
el buque insigne de la apuesta ambiental tanto de las asociaciones vecinales
del barrio, como de Coalición Canaria en sus últimos tres programas electorales,
copiado luego en las dos últimas citas con las urnas también por el Partido
Socialista, que sin embargo ahora, cuando se les pregunta por el proyecto y por
las fases que aun faltan por desarrollar, no saben o no contestan.
Quedan aún un total de cinco
fases por desarrollar entorno al barranco; La segunda que incluye la
rehabilitación de las ruinas del molino de agua de más de 500 años de historia,
junto con la finalización del mirador superior, y el despeje del cauce de agua
del barranco (ilustración de la noticia), lo que permitiría también dejar
visible el capricho geológico del corazón partido.
La tercera fase desarrolla el
acceso y mirador en la zona del colegio, junto con la rehabilitación del horno
de cal, así como la acera y pavimentación de la calle Emilio
Gutiérrez Salazar hasta la entrada del seminario con sus
correspondientes redes de drenaje. La cuarta que supone la rehabilitación
integral del cauce del barranco con su canalización abierta del tramo del
barrio El Timple, con la rehabilitación del molino de agua de esta zona, en la
que se prevé la implicación y financiación por parte del Cabildo Insular. Y la
quinta y última fase que supone la variante de la Casa del Barco, convirtiendo
esta vieja casa en el centro cultural de visitantes de la ruta.
Se trata de un proyecto ambicioso
y largo en el tiempo, por ello se programó en fases que permitieran lograr el
objetivo final en una década, que comenzó a contar en el año 2009. La primera
fase supuso la limpieza de todo el barranco, el desescombro del molino de agua
y la creación de los primeros miradores aprovechando las terrazas naturales del
barranco para no afectar ni a su cauce ni a su naturaleza. Y es que una de las
principales filosofías de este proyecto es respetar al máximo el lugar del
agua, y recuperar para la historia las zonas accesibles.
Durante todo el año 2013 no se
movió ni una piedra del proyecto, que lleva parado casi dos años ya, por lo que
la Asociación de Vecinos Los Verdeños ha demandado al ayuntamiento información
sobre plazos y fases. Por ahora sólo se ha recibido información de intenciones,
pero pocos datos concretos. Este año se prevé que con una especie de plan de empleo se
ejecute la segunda fase, tal y como comunicó el concejal de Obras, Jonathan Domínguez, en el último Consejo de Zona… los vecinos siguen a la espera.