domingo, 26 de enero de 2020

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Crece la idea de dedicar la futura parroquia de La Verdellada a las advocaciones de Nuestra Señora de Lourdes y San Juan Bautista de La Salle

En 1997 se constituyó una comisión vecinal para iniciar los trabajos de construcción del nuevo templo parroquial de La Verdellada, para cuyo fin se escrituró una parcela de unos 900 metros en El Lomo. La aluminosis en la parroquia de Barrio Nuevo provocó la congelación del proyecto, para priorizar la reconstrucción del templo de Fátima en 2004.

Imagen de la Virgen de Lourdes, Patrona de La Verdellada, procesión del 11 de febrero en 2007.

Imagen de San Juan Bautista de La Salle, en la procesión de mayo en las fiestas colegiales de 2016.

Inauguración del Colegio La Salle en La Verdellada, en mayo de 1983.

Solar propiedad del Obispado donde irá la futura parroquia de La Verdellada.

Boceto de 1997 para el proyecto de la parroquia de La Verdellada. 


Ubicación del solar de la futura parroquia de La Verdellada.

A finales de los 90, e inicios del 2000, el Ayuntamiento de La Laguna cerró un acuerdo con el Obispado en el que se permutaron a favor de la iglesia los solares urbanos necesarios para construir las nuevas parroquias de Las Chumberas y La Verdellada, entre otras. A cambio, el Ayuntamiento de La Laguna recibió la titularidad de la inmensa finca situada en la ladera sur de la montaña de San Roque, trasera del Seminario, para desarrollar el olvidado parque de hierbas aromáticas que ideó el ex Rector de la ULL y Doctor, don Antonio González.

Veinte años después, el proyecto de la parroquia de Las Chumberas se logró culminar, mientras que el de La Verdellada sigue a la espera de su desarrollo por sus respectivas comunidades parroquiales. En el caso de La Verdellada incluso se presentó el proyecto básico, de un templo de arquitectura contemporánea, que incluía salones parroquiales para el servicio de Cáritas, para formación de catequesis y para actividades sociales, así como un pequeño servicio de velatorio, todo bajo un templo parroquial con capacidad para un cuarto millar de fieles.

El proyecto de la parroquia verdeña, dedicado a las advocaciones de San Pedro y San Pablo, y Nuestra Señora de Lourdes, tenía un presupuesto de 101 millones de pesetas, al cambio unos 600.000 euros, que hoy no sería menos de un millón y medio de euros. El proyecto se tuvo que aplazar debido a la declaración de aluminosis en el viejo templo de la parroquia de Barrio Nuevo, lo que obligó a su demolición y posterior reconstrucción entre 2004 y 2006, y que centró todo el interés, esfuerzo y recursos económicos de la comunidad parroquial en la zona.

La necesidad de contar con un templo parroquial propio en La Verdellada, pese a ser un sueño de la comunidad cristiana del barrio, no parece ser una prioridad generalizada en el barrio, pero ello no resta protagonismo a la idea, puesto a quien debe preocupar e interesar es a la mayoritaria comunidad cristiana, que además es dueña de la parcela adquirida por el obispado para este fin con el convenio de permuta. La citada parcela se encuentra en la calle Timoteo Alberto Delgado, aledaña a la plaza del Lomo, y en la actualidad está pendiente de desmonte para poder ejecutar las obras.

El interés por la nueva parroquia de La Verdellada ha surgido nuevamente tras extenderse en el barrio la idea de reconfigurar el proyecto, y convertirla en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes y San Juan Bautista de La Salle, en vez de San Pedro y San Pablo, para unir en ella a la comunidad cristiana de La Verdellada, y a la del Colegio La Salle, lo que facilitaría su construcción y financiación. Sería la primera parroquia de Canarias bajo las advocaciones de Nuestra Señora de Lourdes (Patrona de La Verdellada) y San Juan Bautista de La Salle (Patrón de los maestros y de los salasianos), y al mismo tiempo permitiría la puesta en marcha de servicios como Cáritas y nuevos salones sociales en el barrio verdeño. 

Según ha podido saber El Verdeño, la idea podría concretarse en los próximos meses, y antes de finalizar 2020 constituirse la comisión pro obra parroquial, que liderada por el cura don Santiago, inicie las tareas de recaudación y construcción.