Tras dos años celebrándose de manera multitudinaria en la
Plaza Mayor, los recortes presupuestarios la devolvieron al centro ciudadano,
con un formato más familiar y austero.
El 31 de diciembre, madrugada del 1 de enero, se celebró la
tradicional fiesta de fin de año de La Verdellada, que en este ocasión volvió al
centro ciudadano tras su periplo de dos años por la Plaza Mayor, víctima de los
duros recortes económicos a los que se vio abocado el programa de las fiestas
navideñas. Con estos recortes no hubo carpa gigante, ni orquesta, ni fuegos
artificiales, pero la fiesta fue mucho más familiar, y se prolongo hasta las 6
de la mañana, con la participación de un nutrido grupo de vecinos que
disfrutaron “como en casa” el inicio del 2012.