martes, 28 de septiembre de 2021

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La Asociación de Vecinos Tinguaro podría desaparecer por inactividad

Buena parte de la actual junta directiva ha abandonado sus funciones y con ello la actividad de la propia asociación. Sólo los socios podrán salvar de su disolución a la histórica asociación de vecinos de Barrio Nuevo.

Centro Ciudadano Barrio Nuevo, sede de la AAVV Tinguaro.

El día 24 de mayo de 2017, contra pronóstico, fue aupado de la presidencia de la Asociación de Vecinos Tinguaro, Juan Luis Marín. Un total de 32 vecinos socios ejercieron su derecho al voto en unas elecciones que ganó Juan Manuel Pérez. Fue aquí dónde comenzó la actual inactividad de la histórica asociación de vecinos viñanera, y no porque su electo presidente así lo decidiese, sino porque el barrio en general, comenzó a dar la espalda al colectivo. 

La nueva directiva cometió su primer error con la reconfiguración del programa de actos de las fiestas patronales de octubre de 2017, presentando una propuesta descafeinada y alejada del sentir popular. A la sombra, el ex presidente Juan Luis Marin no se rendía, y ante lo que consideró una injusticia cometida con unas elecciones limitadas, y con el apoyo de sus seguidores, se lanzó a la creación de un nuevo colectivo, la Asociación de Vecinos Barrio Nuevo - Viña Nava, que en noviembre de 2017 comenzó a caminar.

No fue una sorpresa para nadie que frente a unas elecciones con tanta verticalidad (se aplicó contra lo habitual de manera estricta el régimen electoral, impidiendo que ejercieran el voto socios que se inscribieran previamente en el censo electoral), se generara un movimiento alternativo al que se le indicó como única opción la de salir del colectivo y crear otra asociación. O los que idearon el plan de Tinguaro no calcularon bien las consecuencias de la división, acostumbrados a cocinarlo todo desde veinte años atrás, o quizás pensaron que con la pérdida de la presidencia iban a parar a Juan Luis Marín.

Se equivocaron, los riesgos de fomentar que existan dos asociaciones de vecinos en un mismo barrio popular, es que al final sólo puede quedar una, y esa suele ser la que cuenta con más apoyo vecinal. Y así comenzaron a pasar los meses y los años en los que con la misma velocidad que la Asociación de Vecinos Barrio Nuevo - Viña Nava no dejaba de organizar actividades y asumir el rol representativo del barrio, la Asociación de Vecinos Tinguaro fue languideciendo, perdiendo protagonismo, registrando inactividad y abandonos.  

¿Hubo algo de política detrás de todo el movimiento?; nunca se sabrá. Constatando quedó que Juan Manuel Pérez en el momento de asumir la presidencia era afiliado del Psoe y había participado en diferentes ejecutivas locales y candidaturas municipales del partido socialista en La Laguna. Y también era evidente que Juan Luis Marín no ocultaba su simpatía por el entonces concejal de zona Jonathan Domínguez (Coalición Canaria), quien no escatimaba esfuerzos en contentar cualquier petición de la asociación de vecinos del barrio. 

Sin embargo este argumento se distorsiona con el paso del tiempo, puesto el Psoe terminó dando la espalda a Juan Manuel Pérez, para intentar dar una imagen de neutralidad en el conflicto, y por su parte, la nueva asociación de vecinos liderada por Juan Luis Marín, mantuvo un perfil político neutral en su gestión vecinal. 

No había terminado aun el mandato de la asociación de vecinos Tinguaro, en mayo de 2019, y ya su presidente había desaparecido de la vida pública, y con ello dejando la asociación descabezada. Se rumoreaba por el barrio que el nunca quiso asumir el cargo, lo animaron a presentarse, y después lo dejaron tirado. Lo usaron como juguete político y cuando no funcionó el plan, lo abandonaron a su suerte, y el no estaba dispuesto a ello.

La solución era sencilla, dimisión oficial y convocatoria electoral, pero alguien no quiso aplicar la misma norma que con tanto celo si aplicaron en mayo de 2017.  Otra opción era buscar un acuerdo de fusión con la nueva asociación de vecinos y buscar la reunificación, pero habían muchos egos personales en el ambiente que lo impidieron. Y la última y definitiva opción era huida masiva y dejar que el tiempo olvidara todo, incluida la asociación más longeva del barrio nuevo, como si de un problema fácilmente ocultable se tratara.

La ley de asociación es clara, los colectivos deben regirse por sus estatutos, Tinguaro celebró sus elecciones el día 24 de mayo de 2017, por lo que pasados dos años, debieron celebrarse elecciones en mayo de 2019. No hubo elecciones en mayo de 2019, y técnicamente su junta directiva pasa formalmente a estar en funciones. Si cerrado el año no se cumpliera el mandato, ni se celebrasen las correspondientes asambleas de control, la directiva deja de ser ejecutiva y entra en gestora, por estar al margen de la ley.

A través del buzón de quejas y sugerencias, una vecina de Barrio Nuevo nos envió una queja relacionada con la inexistencia de presidente en Tinguaro, motivo por el que desde la revista El Verdeño se ha querido ofrecer esta información. No se sabe absolutamente nada de la actividad de Tinguaro, ni de su directiva, de hecho hemos contactado desde la redacción con personas que figuraban en la directiva de 2017 y nos han comentado que ya no forman parte de la misma, por dimisiones o renuncias por asuntos personales. 

Se desconoce cual será el fin de esta situación, aunque cierto es que son muchas las personas que sienten nostalgia y pena por una asociación de vecinos histórica como Tinguaro, que tanto aportó al desarrollo y progreso de Barrio Nuevo, y que hoy prácticamente desaparece "sin duelo ni entierro", hurtándose a sus socios y vecinos el derecho a decidir sobre su futuro o su definitivo final.