viernes, 24 de enero de 2020

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La presión vecinal obliga al ayuntamiento a retomar las negociaciones para comprar la fábrica de galletas Saydo

El pasado lunes 20 de enero, el grupo de gobierno municipal informó que se retomarían las negociaciones para comprar la fábrica de galletas de Saydo, y con ello el proyecto pactado entre vecinos y anterior gobierno para convertirla en espacio público.


La fábrica de galletas Saydo, sin actividad industrial desde hace algo más de 25 años, se ha convertido desde hace una década en los anhelos de Barrio Nuevo por tener en su centro urbano, un espacio público a la altura de las demandas sociales de la zona. Por ello desde el proceso participativo del Plan General de Ordenación iniciado en 2009, los vecinos han planteado la reclasificación urbana de su suelo (hoy edificación cerrada para viviendas a 2 alturas), por el de espacio libre de plaza y equipamiento social (para un Centro de Día para los mayores de la zona). 

Las asociaciones de vecinos del barrio ya habían logrado que la citada propuesta se incluyera en doble ordenación en la propuesta de PGO de 2014, pero no hubo acuerdo político para su aprobación en el Pleno municipal y desde entonces los vecinos esperan. Luego se volvió a retroceder mediados del mandato pasado al terminar la obligatoria suspensión del PGO vigente por la tramitación del nuevo, y con ello activarse el de 2004, volviendo a estar disponible la parcela para edificación privada. 

Fue esta circunstancia la que movió al anterior grupo de gobierno a iniciar conversaciones con los propietarios para facilitar una compra negociada, que evitara que ejercieran sus derechos urbanísticos sobre la parcela, y con ello venderla en el mercado libre para construir viviendas, lo que condenaría las opciones de dedicar ese estratégico suelo a espacios públicos y sociales. Las gestiones se estaban coordinado desde la propia alcaldía, con los servicios técnicos de la gerencia de urbanismo, motivo por el cual se incrementó en 2018 la partida presupuestaria destinada a adquisición de suelo en el presupuesto municipal.

La propiedad de la fábrica está dividida en dos parcelas, una de los herederos de uno de los dos socios primarios de Saydo (Santiago y Domingo), y la otra de los otros herederos, sobre la que existe un embargo bancario. Sobre la del embargo bancario no había urgencia y se podía esperar al nuevo PGO para ejercer la posibilidad de expropiación, una vez clasificado el suelo con fines públicos, proceder a trámite necesario para ello. 

Pero para la otra parte no había margen de maniobra, los propietarios tienen hoy todo el derecho de vender su propiedad, y el ayuntamiento si no suspende o modifica el PGO en esa parcela, no puede impedir legalmente la venta y posterior edificación, o incurriría en un delito grave de prevaricación, por lo que la única opción es la compra directa por parte del consistorio.

Con el cambio de gobierno del pasado mes de junio, los propietarios se pusieron en contacto con los nuevos responsables, y tras una reunión formal, en la que se les informó que el nuevo gobierno no continuaría con la negociación de compra, puesto el citado proyecto había sido descartado, decidieron publicar su venta privada. La colocación del cartel de venta el pasado mes, encendió todas las alarmas vecinales en la zona, lo que precipitó la convocatoria de una reunión el pasado lunes 20 de enero en el Centro Ciudadano de Barrio Nuevo, encuentro que había sido solicitada hace más de cuatro meses por la asociación de vecinos. 

La reunión resultó un punto de partida, y que, aunque no hubo ningún compromiso formal, ante la presión vecinal reinante, el alcalde se comprometió a valorar retomar las negociaciones y asumir el proyecto que venía caminando desde el gobierno anterior. No obstante, entre los vecinos asistentes a la reunión, algo más de medio centenar, seguían existiendo dudas sobre la postura final del ayuntamiento, ya que el alcalde afirmó que “no le preocupaba la puesta a la venta de la propiedad, porque eso no lo compraría nadie”, y si lo hicieran, el ayuntamiento procedería a la expropiación, una acción no muy clara con la legislación vigente. 

Las dudas se despejaron dos días después, y es que tras la noticia publicada en la Revista El Verdeño sobre la motivación de los propietarios para poner a la venta la propiedad, desde las redes sociales del ayuntamiento se afirmó, que el grupo de gobierno continuará con las negociaciones de compra. La reacción del grupo de gobierno ante la presión vecinal ha sido bien valorada por los vecinos, puesto se confirma que continuaran con la idea de destinar la parcela a plaza y equipamiento social de Centro de Día. Con este compromiso, a esperas de que se apruebe el nuevo PGO y que los propietarios quieran retomar las negociaciones de venta al ayuntamiento, el futuro de Saydo vuelve a despejarse hacia el uso público.