La Vía de Ronda corre el riego de colapsar con las primeras
lluvias del próximo invierno
La carretera insular a su paso por la ladera de la montaña
de San Roque, en la trasera del Seminario Diocesano de La Verdellada, ha cedido
más de 5 centímetros
en los últimos tres meses.
No es la primera vez que sucede en esta zona, pero es un
secreto a voces que la
carretera TF-13 a su paso por la ladera sur de San Roque
nuevamente se está colpsando ladera abajo, sobre todo tras el último duro
invierno. Esta zona de la carretera está en continuo deslizamiento, por la
existencia de arcillas expansivas, a las que no se le ha dado una solución
definitiva, pese a que esta carretera en breve cumplirá 20 años de servicio.
El tramo de la Vía de Ronda (TF-13), entre la curva de
acceso a la ciudad, y el puente de la Verdellada, está construida sobre una
base de rellenos y terrenos aportados sobre la arcilla original del lugar, el
mazapé, que en invierno se llena de agua aumentando el volumen, y en verano se
parte y lo reduce. Este movimiento produce la rotura de las construcciones que
hay en su superficie, en este caso la carretera, perdiendo consistencia y
estabilidad, y con ello entrando en riesgo de cara al invierno siguiente, que
al cargar de nuevo agua en el mazapé, este deslizará ladera abajo por carecer
la vía de una solidez continua que actúe de contención.
Tras el último invierno, la Vía de Ronda se ha agrietado por
toda esta zona, se ha hundido en largas áreas hasta 5 centímetros, como
si el suelo se moviera o deslizará sobre mantequilla. La preocupación vecinal
es importante, puesto que desde la consejería de carreteras del Cabildo de
Tenerife, que dirige el consejero socialista José Luis Delgado, no se ha
programado actuación urgente alguna para reparar esta vía. Si la Vía de Ronda
se hunde el próximo invierno, el caos de tráfico que se podría generar en La Laguna
sería monumental, ello sin contar los daños materiales que podría producirse al
edificio del Seminario Diocesano.
Los vecinos de La Verdellada han pedido públicamente que se
solucione este problema en la mayor brevedad posible, con la necesaria reparación
de la Vía de Ronda y la revisión de su sistema de drenaje, y que se estudie ya
de manera técnica la solución definitiva para este problema, que en las anteriores
ocasiones surgió tras periodos largos de pésimo mantenimiento del firme de la
carretera, lo que permite las filtraciones que finalmente hacen ceder al mazapé.