Los últimos trabajos han supuesto una inversión de 700.000€ financiados por el Gobierno de Canarias, y han consistido en la limpieza de plantas invasoras, y la reposición con especies autóctonas de monte bajo y laurisilva.
Hace ya 30 años desde que el Ayuntamiento de La Laguna pusiera sobre la mesa el proyecto para recuperar la montaña de San Roque como un gran parque periurbano para la ciudad de La Laguna. En el borrador del Plan General de Ordenación Urbana de 1995 aparecía por primera vez esta gran idea, que recurriendo a hemeroteca se puede comprobar que fue presentada por el entonces alcalde Elfidio Alonso Quintero, y sus concejales de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Silvestre Suárez, y de Obras y Urbanismo, Manuel Martín Luis.
En ese mismo mandato de 1995 a 1999, se profundizó en la gran idea de este gran parque, adquiriéndose por un lado la propiedad del suelo de las parcelas aledañas a Las Quinteras (ladera ciudad), y por el otro se formalizó convenio de permuta con el Obispado, para adquirir la ladera sur del Seminario Diocesano (ladera de La Verdellada). Tras ello incluso se presentó un primer proyecto básico que planteaba en la ladera sur desarrollar un “jardín botánico” de plantas aromáticas y medicinales idea del Doctor Antonio González.
Todos los avances de aquel mandato municipal, sin los cuales nada hubiera sido posible posteriormente, el proyecto, si bien quedó garantizado con su inclusión en el PGO de 2000 y su revisión de 2004, ampliándose aún más hacia la ladera de La Salle (suelo aún pendiente de adquisición), comenzó un periplo de desastres administrativos que lo bloquearon en el tiempo.
Mediante un acuerdo firmado en 2003 entre Ayuntamiento y Cabildo de Tenerife, la institución insular asumió como propio este proyecto, y licitó la redacción del proyecto definitivo, cuya empresa adjudicataria, después de 8 años de tiras y aflojas, no cumplió con el encargo y bloqueó jurídicamente el desarrollo del mismo.
El ayuntamiento intentó en 2012, bajo la alcaldía de Fernando Clavijo, retomar la ejecución del proyecto asumiéndolo directamente desde el consistorio, a través de las áreas de Medio Ambiente, entonces dirigida por el socialista Javier Abreu, y la de obras, en manos del nacionalista Jonathan Domínguez. Pero aquel intento quedó bloqueado con la Ley de Racionalización del Gasto Público del Ministro Montoro, que obligó a La Laguna a congelar su plan de inversiones municipales por unos largos 7 años tras la crisis económica.
Fue en el mandato de 2019 a 2023 cuando se pudo reactivar este proyecto, aunque descartando ya la idea del jardín botánico del Doctor Antonio González, pero con una visión más actualizada de recuperación paisajística y medioambiental encaminada a la erradicación de flora foránea y la reposición de la laurisilva y monte bajo propio de esta latitud y espacio.
Estando ya de alcalde Luis Yeray Gutiérrez (Psoe), fue el concejal José Luis Hernández (Unidas se Puede), quien reactivó este proyecto en 2021, y tramitó las peticiones de financiación para la recuperación y repoblación de la Mesa Mota y San Roque, que permitieron una primera fase de erradicación de vegetación invasora que se llevó a cabo al finalizar su mandato.
A finales de 2023, se dio un nuevo impulso al proyecto, con la tramitación de una segunda fase que ha contado con 700.000 euros de presupuesto, financiados íntegramente por la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
En esta segunda fase de los trabajos se han contratado casi medio centenar de personas, entre personal técnico y cuadrillas de trabajo para llevar a cabo las labores programadas. Dos técnicos de ayuda a la producción para la supervisión y apoyo de las acciones previstas, un capataz encargado de la logística y suministros, junto con tres cuadrillas que incluirán 3 capataces, 9 operarios especializados en el manejo de motosierras y 27 peones.
El actual concejal de Medio Ambiente, Domingo Galván (Coalición Canaria), explicó que esta segunda intervención buscó como prioridad preservar la biodiversidad local. Una vez eliminadas las especies invasoras, se ha procedido a plantar nuevos ejemplares de árboles y arbustos de laurisilva.
Además, se instalarán paneles informativos para la divulgación de las especies. “Un proyecto ambicioso que no solo mejorará el paisaje, sino que también contribuirá a la educación y concienciación ambiental de la ciudadanía”, destacó Galván.
La gestión de esta segunda fase fue encomendada a la empresa pública Gesplan, que se ha coordinado con la concejalía de Medio Ambiente y el Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de La Laguna.
El ayuntamiento informó en su momento que dada la complejidad e inclinación de los terrenos, el proyecto se había dividido en tres áreas principales de actuación, cada una con objetivos específicos de recuperación ambiental y eliminación de flora exótica invasora, tal y como se publicó en la prensa local en mayo de 2024.
La zona 1, entre la plaza de San Roque y la pista de acceso a la ladera, con una superficie de 5.448 m2 y un perímetro de 408 metros, presenta una alta invasión de flora exótica, principalmente tuneras del género Opuntia. El objetivo fue erradicar estas especies y plantar árboles y arbustos de laurisilva, como fayas y brezos.
La zona 2, entre la pista de acceso y la vía de Ronda, con una superficie de 8.414 m2 y un perímetro de 540 metros, también está invadida por flora exótica. La recuperación del entorno se realizará extrayendo estas especies y plantando laurisilva. Tanto la zona 1 como la 2 corresponde a la ladera que da a la ciudad en la zona de Las Quinteras, que fueron las primeras parcelas adquiridas por el ayuntamiento en los años 90.
Por último, la zona 3, entre la plaza de San Roque y la vía de Ronda, sobre el edificio del Seminario, con una superficie de 36.895 m2 y un perímetro de 811 metros, es la ladera sobre La Verdellada, que tenía una invasión de especies exóticas mezcladas con otras foráneas.
En esta zona se limpiaron pequeñas áreas para plantar especies arbóreas de laurisilva mezcladas con otras arbustivas, y se han recuperado dos históricas Eras de labranza, así como la identificación de los restos de varias casas de campesinos del siglo XVIII, que se plantean reconstruir para dar servicios al nuevo parque periurbano.
En el futuro y atendiendo al planeamiento vigente, el proyecto de este parque periurbano crecerá ocupando toda la meseta superior de la montaña, aun propiedad privada, y la segunda ladera sobre La Verdellada, propiedad de las Escuelas Cristianas (La Salle), y que también está pendiente de acuerdo para su adquisición.
Con este proyecto, cuando algún día esté concluido, la montaña de San Roque recuperará su vegetación original del tiempo prehispánico, con monte bajo y laurisilva similar al boque de Las Mercedes.