jueves, 2 de junio de 2011

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40 años de historia del Colegio Público de La Verdellada

El pasado mes de abril, se cumplieron 40 años desde la inauguración del Colegio Público de La Verdellada, que se produjo en el año 1971, denominándose inicialmente como Colegio Nacional de Nuestra Señora del Coro.



A finales de los años 60, con España inmersa en una bonanza económica por la “apertura” del régimen Franquista a la economía liberal, se emprenden reformas de carácter educativo más propias a la universalidad de la educación, alejándose levemente de la política educativa de carácter confesional católica en la teoría, con un plan de construcción de grandes colegios públicos a lo largo y ancho del país, gestionados directamente por el estado y no por organizaciones religiosas o personas privadas. 

A la par de este plan de construcción de grandes escuelas públicas, se fue gestando la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa (LGE), que regula y estructura, por primera vez en el siglo XX, todo el sistema educativo español. Fue una ley de gran alcance, que pretendió superar las contradicciones internas en las que había caído el sistema por sucesivas reformas sectoriales, insuficientes para responder al acelerado cambio social y económico de la España de aquellos momentos.

Los planteamientos de la nueva ley se inscribían en la tradición educativa liberal y suponían un reconocimiento implícito del fracaso de la educación autoritaria de los anteriores 30 años. Así, se estructura el sistema en cuatro niveles: Preescolar, Educación General Básica (E.G.B.), Enseñanzas Medias (B.U.P. y C.O.U.) y Enseñanza Universitaria, sistema que aún pervive en partes en la actualidad.

En La Laguna, se construyeron en dicha época un total de cinco colegios, para los que se utilizó el mismo esquema constructivo, mismo diseño arquitectónico, y misma estructura y división interior. Dichos colegios fueron el de San Benito, el de San Bartolomé de Tejina, el de Lope de Guerra en Valle de Guerra, y el de Nuestra Señora del Coro en La Verdellada, que curiosamente tomó el nombre de esta virgen de advocación Vasca, en homenaje a la esposa del Gobernador Civil de aquella época, don Javier Elorriaga, que actuó como madrina del colegio en su acto inaugural.

El colegio fue abierto oficialmente coincidiendo en parte con la entrega de las viviendas de la primera fase de la Urbanización La Verdellada a finales del año 1971, aunque al ser su primer uso el de colegio de ámbito comarcal, tuvo alumnos de Geneto, los Valles, la Cuesta, el Bronco, Las Mercedes, Lomo Largo, San Roque, Gracia, Finca España, La Hornera y parte de La Laguna.

El colegio tuvo en sus orígenes un total de 24 aulas en uso, más dos módulos con 4 aulas prefabricadas para alojar los preescolares, una casa para el guardián, dos comedores con turnos de servicios en el que trabajaban cuatro cocineras, salón de actos y dependencias de administración, además de las primeras canchas deportivas que existieron en toda La Verdellada.


En sus primeros años de servicio, el Colegio de La Verdellada llegó a tener más de mil alumnos, llegando a rozar los 40 niños por clase en algunos cursos. Hablamos de una época de alta natalidad, donde los colegios públicos de estas dimensiones eran escasos, de ahí que se les diera un amplio uso comarcal. Un total de siete guaguas se encargaban a diario de transportar a los alumnos de sus pueblos y barrios de origen hasta el colegio.

Su primer director, y en sí uno de los más carismáticos de su historia, fue don Germánico Álvarez, que en los duros años que le tocó dirigir el centro, montó la formación profesional, un taller de carpintería, una escuela de radio y televisión, un gabinete de fotografía y hasta un periódico escolar.

Don Germánico, además consiguió la integración de los padres en la vida escolar, con clases de alfabetización y graduación básica para adultos en horarios de tarde y noche, así como la participación de estos en la radio escolar. Tan carismático fue don Germánico, que recibió en su jubilación el 28 de octubre de 1982, la Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, por sus cuarenta años de dedicación a la enseñanza pública.

Al inicio de la década de los 80, consolidada ya la actividad docente del colegio en la zona, y tras la apertura de nuevos colegios en La Cuesta, Finca España, Padre Anchieta o en La Laguna, el colegio redujo su ámbito de acción y cambió su denominación de Colegio Nacional Nuestra Señora del Coro, por el de Colegio Público de La Verdellada. Tras la jubilación de don Germánico, tomó el relevo en el dirección don Antonio Cámara, muy conocido en el barrio, ya que vivió en el bloque número uno de la primera fase de la urbanización, donde combinaba su actividad docente con su propio estanco librería.

Sin duda, los años 80 fueron los años dorados de este colegio en cuanto a su implicación social con La Verdellada, puesto que vivió en sus entrañas todo el crecimiento y arraigo de miles de nuevos vecinos que una década antes había ocupado la nueva urbanización. La implicación del colegio en la vida social del barrio en estos años fue vital, tanto en el ámbito familiar como en el cultural, social y festivo.

A finales de la década, tras la jubilación de don Antonio Cámara, dio paso en la dirección a un director joven que dejó huella en el corazón de sus alumnos, tal y como fue “Mike”, alma mater de la implicación social del barrio en la vida del colegio más allá del ámbito educativo. Asumió el mando del colegio un equipo de profesores jóvenes, con ganas de innovar, tanto que fueron de los primeros colegios en quitar de su sello el escudo preconstitucional, lo que causó cierto escándalo en la época. En esta etapa de la dirección del colegio, se creó el periódico escolar “Tanausú”, que curiosamente fue el que inspiró varios años después el nacimiento de la propia revista del barrio, “El Verdeño”.

              


A finales de los años 80, se cierra el comedor escolar por falta de financiación, fueron demolidos los prefabricados de los preescolares, construyéndose allí el centro anexo de infantil de la calle La Floresta, y se cierra el porche del nivel -1 del pabellón uno del colegio, para crear una nueva sala para las actividades extraescolares y también vecinales del barrio.

En 1990 se aprueba una nueva ley de educación en España que derogaba la de 1970, por la que se había regido el colegio desde su apertura. Estamos hablando de la L.O.G.S.E., con la que inicia el proceso de desmantelamiento de parte de la estructura social y uso del colegio por parte del barrio. El Colegio con el comienzo de la aplicación de la L.O.G.S.E. y normas adicionales complementarias de autonomía en la gestión del mismo, comienza paulatinamente a cambiar su filosofía de uso y gestión, hasta cambiar por completo la interacción entre el barrio y el centro que impregnó su vida en los años 70 y 80.

Así pues, los años 90 se vieron marcados por la planificación y paulatina implantación del nuevo sistema educativo, que con su implantación total a finales de la década, despojó al centro de los niveles de 7º y 8º de la antigua E.G.B., convirtiendo al colegio en un centro exclusivo de educación infantil (antiguos preescolares) y primaria (que englobó los 6 primeros cursos de la antigua E.G.B. divididos en dos partes). De esta forma los alumnos del colegio que alcanzaran el sexto nivel, ya no podían continuar en el centro y tenían que matricularse en los institutos para secundaria más próximos, siendo los centro de referencia para La Verdellada, los institutos Viera y Clavijo, Domingo Pérez Minik, o La Laboral.

Con estos cambios, al alba de la década del 2000, el Colegio Público de La Verdellada pasa a denominarse “Centro de Enseñanza Infantil y Primaria La Verdellada”, con la aplicación total de la L.O.G.S.E., con lo que el centro pierde casi un tercio de sus alumnos, por lo que se traslada la actividad docente del módulo uno al dos, para concentrarla toda en el edificio mayores dimensiones. En esta década, el colegio sufre varias reformas, que lo dotan nuevamente de comedor, de acogida temprana, así como de modificaciones en el uso de los espacios respecto al inicial.

En definitiva, este colegio forma parte intangible de la historia social, educativa y cultural, tanto de La Verdellada como de Barrio Nuevo, puesto que los recuerdos, vivencias y vida que guardan las paredes de ese robusto edificio, jamás podrán ser borrados de la memoria de sus vecinos y ex alumnos. Por este colegio han pasado varias generaciones de Verdeños y Viñaneros, sin contar a los números alumnos de zonas más alejadas de Barrio Nuevo y La Verdellada, a lo largo de estos 40 años de historia desde su apertura en abril de 1971. Generaciones y generaciones, padres, hijos, e incluso nietos, que miran hoy con nostalgia y orgullo lo que ha significado este centro en sus vidas.

El colegio aun no ha organizado actos oficiales para celebrar el 40 aniversario, ni existen noticias sobre si los organizarán, una competencia que recae en la dirección del propio centro. No obstante, nadie puede negar, celebren o no actos oficiales por el aniversario, que el barrio haga mención a la conmemoración. Se trata de un colegio público, que no es propiedad de nadie en concreto, es de todos, de los alumnos que pasaron por sus aulas, de los maestros que impartieron y repartieron sus conocimientos y valores, de los padres y familias que llevaron a sus hijos, de los vecinos, por lo que todos merecen ser felicitados por haber contribuido con sus vidas y vivencias a los 40 años de vida del Colegio Público de La Verdellada.

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Presentado el cartel de las Fiestas Patronales de La Verdellada 2011

Las fiestas comenzarán el 2 de julo con la cena baile de apertura, y finalizarán el 8 de agosto con el haragán. Aunque el primer día y el último se distancien más de un mes, lo cierto es que las fiestas se reducen en dos semanas.



El presidente de Los Verdeños, Moisés Afonso, ha presentado oficialmente el cartel anunciador de las Fiestas Patronales de La Verdellada en honor de Nuestra Señora de Lourdes 2011, que protagonizaran la vida social del barrio Verdeño este verano. Azares del calendario, este año el primer domingo de agosto en que se celebra por tradición los actos en honor de la patrona de La Verdellada, será el día 7, lo que atrasa todo el programa de actos una semana. Este esquema tradicional del programa, hacía que coincidiera el sábado en que se celebra la cena baile de apertura, con la víspera de la Romería de San Benito, por lo que se optó por adelantar la cena una semana para garantizar la asistencia de los vecinos.

El cartel anunciador es un diseño digital, donde aparece la virgen en color plata, contemplando fuegos artificiales dorados, presidiendo ambas imágenes todo el cuadro. Y en la parte inferior se concentran todos los textos, en un diseño de colores y flores típicas de centro América, ya que la gala de las fiestas de este año estará dedicada a Méjico.  Los carteles se comenzarán a repartir la próxima semana por los comercios y tiendas del barrio, y tendrán un tamaño único de D3.

Por otro lado, Moisés Afonso también recordó en la presentación del cartel, que la Asociación de Vecinos Los Verdeños ya está trabajando en el diseño del tradicional libro programa de actos, para el que ya se han enviado cartas a comercios del barrio que estén interesados en colaborar con las fiestas pagando sus anuncios en la publicación. El libro, cuyo diseño no se conocerá hasta su presentación a inicios de julio, tendrá las mismas dimensiones que el de 2010, se editarán 3.000 ejemplares, y se repartirá por el barrio de manera gratuita.

Las fechas claves de las fiestas 2011, serán las siguiente: El sábado 2 de julio será la cena baile de apertura. El martes 26 de julio será el acto de lectura del Pregón. El viernes 29 de julio, la Gran Gala de las fiestas con la elección de la Reina Mayor y el Míster. El sábado 30 de julio será el festival de exaltación de la mujer Verdeña, el homenaje a los mayores y el baile de magos. El domingo 31 de julio será el turno de la gala de elección de la Reina y Míster infantil. El viernes 5 de agosto habrá verbena, mientras que el sábado 6 de agosto será el encuentro de bandas, la Bajada del Diablo, y la verbena de la víspera. El domingo 7 de agosto serán los actos religiosos en honor a la patrona, la procesión y los fuegos, y finalmente el lunes 8 de agosto las fiestas finalizarán con el Haragán.