Lo que el sueño de Saydo se llevó...
La parcela de la fábrica de Galletas Saydo era la oportunidad de Barrio Nuevo y Urbanización La Verdellada de obtener suelo para equipamientos sociales como el centro de día para los mayores, una plaza, aparcamientos subterráneos y un revulsivo para la dinamización comercial.
Este próximo lunes 21 de marzo, el alcalde de La Laguna ha anunciado que acudirá a una asamblea vecinal en Barrio Nuevo, para explicar, entre otros asuntos, su gestión en la compra frustrada de la fábrica de galletas Saydo, que suponía, sin lugar a dudas, la mayor oportunidad histórica para el desarrollo social y urbano del barrio.
Desde el año 2011 se lleva hablando de Saydo, justo cuando por conceso vecinal el gobierno de entonces aceptó la propuesta vecinal de incluir en el proyecto de PGO que se aprobara provisionalmente en 2014, la recalificación urbanística de la parcela que ocupa para fines sociales y de esparcimiento público.
Durante esos años, hubo mucho trabajo técnico de despachos, para equilibrar los intereses de los propietarios con los vecinales y el interés general, y de ellos salió una propuesta de ordenación que permitía el aprovechamiento privado y el público, con la obtención de suelo para una gran plaza, aparcamientos subterráneos, y equipamiento social en forma de un centro de día para la atención de los mayores de la zona.
Pero el acuerdo de consenso sufrió un revés en 2018, cuando pasado cuatro años desde la aprobación inicial de la propuesta del PGO, la corporación del mandato 2015-2018, fue incapaz de aprobar de forma definitiva, y por ello decayó y se volvió al planeamiento de 2004. A partir de ese momento, el entonces alcalde, José Alberto Díaz, comenzó negociaciones con los propietarios para formalizar una compra negociada y directa del suelo por parte del ayuntamiento, que permitiera salvar el proyecto con una modificación puntual del PGO.
Tanto los propietarios como los vecinos estaban contentos con la nueva perspectiva, de hecho se había llegado a un principio de acuerdo sobre la compra, pero todo cambio con el cambio de gobierno en 2019, y es que en palabras de los propietarios, tras una tensa reunión en otoño de 2019, "Don Santiago Pérez nos ha dicho que este proyecto esta descartado por el nuevo gobierno", ante esa afirmación y la imposibilidad de que el alcalde les recibiera, deciden poner a la venta pública la parcela, momento en el que los vecinos se enteran de la situación.
Tras estos acontecimientos, en enero de 2020, en una asamblea en el centro ciudadano de Barrio Nuevo, el propio alcalde, acompañado de la mitad de su gobierno, afirmaron que las negociaciones con los propietarios seguían en marcha, que todo era mentira y que Saydo sería municipal. Sin embargo pasaron los meses y los propietarios no sólo no recibieron ni una sola llamada desde el gobierno, siendo que lograron vender la parcela en otoño de 2020 a una importante empresa constructora del municipio.
Pese a todo ello, en el pleno municipal de enero de 2021, a una pregunta del concejal de CC Jonathan Domínguez sobre como iban las negociaciones de compra de la parcela, el concejal de Hacienda, el socialista Alejandro Marrero, afirmó que "dichas gestiones y negociaciones seguían su curso", según lo previsto, pese a que ya en esa fecha la fábrica había sido vendida a una constructora y que los propietarios no habían recibido ni una sola llamada del gobierno en un año y medio.
Pasó todo el año 2021, y poca o ningún información se facilitó sobre este tema, hasta que ya, entrados en 2022, y ante la imposibilidad de poder ocultar más de falta de gestiones e interés en este proyecto estratégico para el barrio, el alcalde confirmó a la asociación de vecinos, que la fábrica había sido vendida y que ya no se podía hacer nada por ella.
De esta manera, la bolsa de suelo más importante para el desarrollo urbano de Barrio Nuevo, la última esperanza para la revitalización urbanística de su centro neurálgico se ha esfumando por la incapacidad del actual gobierno de hacer simplemente su trabajo, o quizás, porque este proyecto y esta zona no han sido nunca su prioridad.
¿QUE ERA EL PROYECTO SAYDO?
Saydo es algo más que una simple fábrica de galletas abandonada, pues su ubicación en el mismo centro neurálgico entre Barrio Nuevo y la Urbanización La Verdellada, suponía una oportunidad histórica para dotar al barrio de los equipamientos de esparcimiento público y servicios que requiere a gritos.
Estamos hablando de algo más de 5.000 metros cuadrados, que permitían en el subsuelo, la generación de una importante bolsa de unas 450 plazas de aparcamientos subterráneos de rotación, venta y alquiler, y en superficie, una plaza ajardinada rodeada de pequeños locales comerciales, tipo parque boulevard, junto a un edificio público destinado a la actividad social y cultural de la zona, con el necesario centro de atención diaria a las personas mayores del barrio.
Todo esto era el proyecto por el que apostaba el Ayuntamiento de La Laguna, en conceso con los vecinos, hasta el cambio de junio de 2019, momento en el que el actual alcalde y sus socios, deciden descartarlo, posiblemente, por el simple hecho de que era un proyecto impulsado por el anterior gobierno de Coalición Canaria. Lamentablemente, el interés general, y el gran conceso vecinal que existía, no importó nada, porque posiblemente, ni siquiera, se preocuparon de conocer en profundidad que era el "Proyecto Saydo".
Este lunes 21 de marzo, el alcalde afirma que viene a explicar la situación del proyecto, o quizás vendrá a decir nuevamente que todo es mentira, que su compromiso con el Barrio Nuevo es real, y para muestra que esta desarrollando la reforma de la Plaza Domingo Cruz Cabrera, olvidándose nuevamente que dicho proyecto se aprobó, se decidió y se planificó en el pasado mandato.
El alcalde, quizás, vendrá y dirá que están buscando alternativas para el proyecto de Saydo, que existe una parcela en la unidad de actuación de la Finca de Pinto, al fondo de la calle Agustín Cabrera, dónde habrá suelo para esa alternativa. Dicha parcela no estará disponible hasta el 2025, y su ubicación y condiciones no compensa las excelentes condiciones de la parcela de Saydo.
Pero posiblemente no pasará nada, el acalde vendrá a buscar aplausos y buenas fotos, y ofrecer nueva promesas, ajeno a que falta poco más de un año para las nuevas elecciones, y ello la finalización de una mandato en la que si por algo ha destacado nuestra zona, es por el abandono que ha sufrido y sigue padeciendo.