La Virgen de Lourdes volvió a salir de su capilla por la celebración del 11 de febrero
La Verdellada celebró este domingo los actos liturgicos por el día de su patrona, Nuestra Señora la Virgen de Lourdes, con la procesión de la candelas y la santa Misa, que este año se llevó a cabo en La Salle por coincidir la celebración con el dominmgo de carnaval.
Como cada 11 de febrero, La Verdellada cumplió con su cita patronal en honor a la imagen de Nuestra Señora la Virgen de Lourdes, que volvió a salir de su capilla para hacer la tradicional rogativa por los enfermos, mayores y pobres del barrio. Los actos de este año volvieron a caracterizarse por el recogimiento religioso de la fecha, frente a la fiesta más popular del primer domingo de agosto, limitándose a la procesión de las candelas y las Santa Misa, que en esta ocasión se celebró en el Colegio La Salle y no en el Centro Ciudadano como suele ser habitual el 11 de febrero. La coincidencia de la fiesta patronal con el domimgo de carnaval y sus actos, hicieron incompatible la celebración de la misa en el centro ciudadano.
La procesión del traslado a La Salle salió puntual de la Capilla, a las 17,30 horas, acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores San Miguel de La Laguna. Una vez en el salón de actos del Colegio La Salle se llevó a cabo la Santa Misa, oficiada por el párroco emérito don Santiago Cruz, la cual como es costumbre en esta fecha fue dedicada a la memoria de los difuntos del barrio, y de rogativa a la Virgen de Lourdes por la salud de mayores y enfermos, así como de los pobres del barrio.
Tras la misa partió de La Salle la procesión de las candelas, y de regreso a la capilla, la cual uso un recorrido pequeño, por el Paseo de los Capiteles y Francisco Afonso Carrillo, en cuyo paso fue visitando a los enfermos que se encontraban en sus casas. En los actos estuvieron presente los directivos de las asociaciones verdeñas, los concejales Francisca Rivero, Leticia Villegas y Domingo Galvan, así como el Viceconsejero de Comunicación del Gobierno de Canarias, Jonathan Domínguez, quien a su vez, en su faceta de vecino del barrio y en cumplimiento de promesa personal, volvió a ser el encargado de depositar la imagen de la Virgen de Lourdes en su altar cueva de la capilla.
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