La Banda de Cornetas y Tambores de la Asociación Musical
Sentir Verdeño concluye una Semana Santa de consolidación como un referente
entre las agrupaciones musicales de La Laguna.
En su segunda Semana Santa consecutiva, la banda de cornetas
y tambores de la Asociación Musical Sentir Verdeño ha dejado el listón bien
alta este año, recibiendo incluso aplausos del público, cofradías y hermandades
participantes en las procesiones a las que acudió, tanto en Santa Cruz de Tenerife
como en La Laguna.
La primera procesión de este año, al igual que en el edición
de 2011, fue el pasado domingo 25 de marzo, con la procesión del Santísimo
Cristo de Burgos en La Laguna, una cita donde ya se estreno el año pasado y que
repitió en esta edición con igual éxito.
El lunes 2 de abril, la banda verdeña participó en la procesión del “lunes
santo” chicharrero entre las parroquias de San José y la Concepción de Santa
Cruz de Tenerife.
El martes 3 de abril, la banda verdeña participó en la
entrañable procesión del encuentro de La Cuesta, haciendo el recorrido de Jesús
Cautivo en el barrio de la Candelaria, donde dio una imagen esplendida con más
de 55 componentes participando en el desfile. El jueves santo la banda volvió
al casco lagunero, para hacer la histórica procesión de la virgen de la
Soledad, con la cofradía de la Misericordia, de la parroquia de Santo Domingo
de Guzmán.
Finalmente el viernes santo la banda de La Verdellada acudió
a la procesión Magna de Santa Cruz de Tenerife, con la que concluye su periplo
por las procesiones de Semana santa de este año. La Banda de Cornetas y
Tambores de la Asociación Musical Sentir Verdeño, ha ido consolidándose como un
referente de las bandas de este tipo en la ciudad de La Laguna, desde la
llegada a su dirección de Juan José López.
Tanto el presidente de la Asociación Musical Sentir Verdeño,
Luis Sánchez, como el concejal del barrio, Jonathan Domínguez, han aprovechado
estos días para felicitar el trabajo desarrollado por la banda estos tres años,
ya que la labor que está desarrollando de integración sociocultural y artística
de los jóvenes, y de imagen constructiva y positiva para el barrio, tienen un
gran valor que el tiempo sabrá recompensar.