LA "CIRILA" SE MUERE
Las imposiciones sindicales en el servicio urbano de La
Laguna provocan una caída de usuarios y valoración del servicio entre sus
principales usuarios, los vecinos de La Verdellada y Barrio Nuevo. La guagua
206, para más de 20 minutos cada recorrido en el intercambiador con los
usuarios dentro de la guagua, para que los chófer se tomen un cortado.
En el Consejo de Zona de La Verdellada, celebrado la pasada
noche del jueves 9 de octubre, se generó un intenso debate a cuenta del pésimo
servicio que ofrece tras la última remodelación, el servicio urbano de
transporte de la línea 206, conocida popularmente como la Cirila. Dicha línea
de transporte, en su recorrido de bajada desde San Benito a La Verdellada, pasa
por el Intercambiador de Padre Anchieta, dónde como media para más de 20
minutos con los usuarios dentro de la guagua, según han explicado a los
vecinos, para que los chófer puedan tomarse un cortado o ir al aseo.
Esta incomodidad a los usuarios de la guagua, impuesta por
Titsa para contentar a los sindicatos, ha generado un rechazo generalizado de
los usuarios de la línea, hasta tal punto de que los usuarios de la línea de transporte
urbana han caído en picado. La Cirila antes era la reina del servicio urbano de
La Laguna, y ahora es la que más usuarios ha perdido. La gente ha dejado de
usar la guagua para bajar del casco de La Laguna a La Verdellada, porque llegas
antes caminando que cogiendo la guagua.
Un usuario que tome la Cirila desde el Mercado de la Plaza
del Cristo a La Verdellada, puede tardar de media 45 minutos en llegar a destino,
ya que además de hacer una excursión rodeando toda La Laguna, a mitad de
trayecto tiene que sufrir la parada de 20 minutos, y en ocasiones hasta media
hora, en el intercambiador, para que los chófer hagan sus necesidades. Los
vecinos tachan esta medida de auténtica falta de respeto y tomadura de pelo a
los usuarios, y lamentan que todo siga igual después de una año de protestas.
Los vecinos consideran que la medida es un capricho que sólo
logra perjudicar al servicio, que al ser público debe de tener como prioridad a
los usuarios, y si hay que dejar tiempo para el descanso de los conductores,
que se haga como antaño, cuando cada tres recorrido descansaban uno, pero no se
paraba la guagua, sino que se rotaban los conductores. En la sesión del Consejo
de Zona se percibió mucho malestar vecinal, sobre todo porque se lleva
esperando más de un año por una solución, planteada al ayuntamiento como
administración que financia esta línea, con la promesa de mediar con Titsa y el
Cabildo para solucionarla.
Adela, una de las usuarias habituales de la 206, afirmó con
rotundidad en el Consejo de Zona, que le parece “una grandísima falta de
consideración y de respeto a los usuarios de la guagua que después de salir del
mercado, además de dar un tour por media ciudad para llegar a La Verdellada,
tengas que esperar dentro de la guagua hasta media hora en el intercambiador
para el chofer se tome un cortado”. Por su parte Carmen, “dijo que el servicio
urbano de transporte a cada reforma que le hacen lo dejan peor, han echado a
perder la Cirila con tantos cambios, y ya no vale la pena ni cogerla”.
La Asociación de Vecinos Los Verdeños pidió hace un año que
se eliminara esa parada de 20-30 minutos en el Intercambiador de Padre
Anchieta, y si es estrictamente necesaria que se haga en La Verdellada (Campo
de Fútbol) como se hacía antiguamente en la última parada y no a mitad de
trayecto. Todavía los vecinos esperan una respuesta. La Asociación de Vecinos plantea que si el problema es sindical, para
el descanso de los conductores; que cada tres o cuatro recorridos el chófer
descanse uno, y que en el intercambiador no se pare la guagua sino que cambie
de chófer. Si esto no se soluciona, los vecinos advierten que la Cirila, que
antes era la línea más valorada y usada, terminará muriendo porque el servicio
no satisface a los usuarios que cada vez la usan menos.