viernes, 10 de octubre de 2014

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LA "CIRILA" SE MUERE

Las imposiciones sindicales en el servicio urbano de La Laguna provocan una caída de usuarios y valoración del servicio entre sus principales usuarios, los vecinos de La Verdellada y Barrio Nuevo. La guagua 206, para más de 20 minutos cada recorrido en el intercambiador con los usuarios dentro de la guagua, para que los chófer se tomen un cortado.



En el Consejo de Zona de La Verdellada, celebrado la pasada noche del jueves 9 de octubre, se generó un intenso debate a cuenta del pésimo servicio que ofrece tras la última remodelación, el servicio urbano de transporte de la línea 206, conocida popularmente como la Cirila. Dicha línea de transporte, en su recorrido de bajada desde San Benito a La Verdellada, pasa por el Intercambiador de Padre Anchieta, dónde como media para más de 20 minutos con los usuarios dentro de la guagua, según han explicado a los vecinos, para que los chófer puedan tomarse un cortado o ir al aseo.

Esta incomodidad a los usuarios de la guagua, impuesta por Titsa para contentar a los sindicatos, ha generado un rechazo generalizado de los usuarios de la línea, hasta tal punto de que los usuarios de la línea de transporte urbana han caído en picado. La Cirila antes era la reina del servicio urbano de La Laguna, y ahora es la que más usuarios ha perdido. La gente ha dejado de usar la guagua para bajar del casco de La Laguna a La Verdellada, porque llegas antes caminando que cogiendo la guagua.

Un usuario que tome la Cirila desde el Mercado de la Plaza del Cristo a La Verdellada, puede tardar de media 45 minutos en llegar a destino, ya que además de hacer una excursión rodeando toda La Laguna, a mitad de trayecto tiene que sufrir la parada de 20 minutos, y en ocasiones hasta media hora, en el intercambiador, para que los chófer hagan sus necesidades. Los vecinos tachan esta medida de auténtica falta de respeto y tomadura de pelo a los usuarios, y lamentan que todo siga igual después de una año de protestas.

Los vecinos consideran que la medida es un capricho que sólo logra perjudicar al servicio, que al ser público debe de tener como prioridad a los usuarios, y si hay que dejar tiempo para el descanso de los conductores, que se haga como antaño, cuando cada tres recorrido descansaban uno, pero no se paraba la guagua, sino que se rotaban los conductores. En la sesión del Consejo de Zona se percibió mucho malestar vecinal, sobre todo porque se lleva esperando más de un año por una solución, planteada al ayuntamiento como administración que financia esta línea, con la promesa de mediar con Titsa y el Cabildo para solucionarla.

Adela, una de las usuarias habituales de la 206, afirmó con rotundidad en el Consejo de Zona, que le parece “una grandísima falta de consideración y de respeto a los usuarios de la guagua que después de salir del mercado, además de dar un tour por media ciudad para llegar a La Verdellada, tengas que esperar dentro de la guagua hasta media hora en el intercambiador para el chofer se tome un cortado”. Por su parte Carmen, “dijo que el servicio urbano de transporte a cada reforma que le hacen lo dejan peor, han echado a perder la Cirila con tantos cambios, y ya no vale la pena ni cogerla”.

La Asociación de Vecinos Los Verdeños pidió hace un año que se eliminara esa parada de 20-30 minutos en el Intercambiador de Padre Anchieta, y si es estrictamente necesaria que se haga en La Verdellada (Campo de Fútbol) como se hacía antiguamente en la última parada y no a mitad de trayecto. Todavía los vecinos esperan una respuesta. La Asociación de Vecinos plantea que si el problema es sindical, para el descanso de los conductores; que cada tres o cuatro recorridos el chófer descanse uno, y que en el intercambiador no se pare la guagua sino que cambie de chófer. Si esto no se soluciona, los vecinos advierten que la Cirila, que antes era la línea más valorada y usada, terminará muriendo porque el servicio no satisface a los usuarios que cada vez la usan menos.