La calle mayor se lleva la palma por la emotividad de su parada, que con los años se ha convertido en el punto de referencia de la procesión nocturna. El Lomo y el Camino Real también realizaron sus tradicionales ofrendas.
Tras la celebración de la misa principal en el Colegio La Salle, la patrona de La Verdellada, la imagen de Nuestra Señora de Lourdes, recorrió las principales calles del barrio en su tradicional procesión nocturna. Y como es costumbre, tanto El Lomo, como el Camino Real y la Calle Mayor (Francisco Afonso Carrillo), organizaron sus tradicionales paradas ofrendas a la virgen. La procesión fue guiada por la Banda de Cornetas y Tambores San Miguel, no hubo Banda de Música por los recortes hechos por el Área de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna a las Fiestas de La Verdellada. En representación del Ayuntamiento, estaban el concejal de Fiestas y de zona, Jonathan Domínguez, y los concejales de la oposición, Yeray Rodríguez y María Claret Reyes.
La procesión de la noche, este año salió más tarde de lo acostumbrado, ya que la misa se alargó un poco, y además fue bastante lenta en su primer tramo, por un incidente con el alumbrado público del Lomo que sufrió una avería, lo que obligó al paso de la procesión por unas calles extremadamente oscuras. Al llegar a lo alto de la Avenida La Salle, los vecinos del Lomo realizaron como de costumbre, su pequeña parada a la Virgen con la quema de fuegos artificiales. Lola, la principal impulsora de esta parada, como siempre, hizo lo propio en respeto a la imagen de la patrona y le preparó la mesa del descanso.
Al llegar al Casco de La Verdellada, la procesión vivió sus dos paradas más importantes e intensas, por su vistosidad y por el pique sano que se está cuajando entre el Camino Real y la Calle Mayor a la hora de homenajear a la patrona. La primera parada fue la de la Calle Mayor (Francisco Afonso Carrillo), una parada que cumple ahora su séptima edición, pero que se ha consolidado de tal manera que ya sobrepasa en organización y solemnidad a las otras que se organizan.
PARADA DE LA CALLE MAYOR
La parada organizada por los vecinos del centro de La Verdellada incluyó como novedad una emotiva alfombra de flores que desde la entrada de la virgen a la calle, le fueron haciendo cuatro niños vestidos de magos, hasta su despedida cuando salió de la misma. La parada oficial se realizó a media subida, y en ella cantó el Ave María el solista de Los Sabandeños y Real Hespérides, Javier Hernández, acompañado por su hermano Antonio y tu tío Toño Hernández. Mientras cantaban a la virgen, cientos de pétalos de rosas caían sin parar desde los balcones, y tras este, más de cinco minutos continuos de fuegos artificiales comenzaron a salir de la mayoría de las azoteas de las casas de la calle. La imagen era tan bella y emotiva, que a muchos de los allí presentes se le rallaron los ojos, ante una parada donde la única protagonista fue la imagen de la patrona de todos los Verdeños.
PARADA DEL CAMINO REAL
La siguiente parada fue la del Camino Real, la más antigua de todas, pero también la que más se ha desvirtuado con los años, y es que de un Ave María de Chago Melián a la patrona, se ha pasado a un mini concierto de veinte minutos, con la anécdota del cumpleaños feliz para el cantante acompañante de Chago, es decir Lope Gallardo, que se atrevió a gritar un “viva yo, que es mi cumpleaños”. Pese al incidente, totalmente fuera de lugar en un acto donde la única protagonista debe ser la Virgen de Lourdes, la parada continuó tras el Ave María, con la interpretación de canciones como “Patria Canaria” y Bendita mi tierra Guanche”. En esta parada también cantaron los niños del coro de “Cantores Verdeños”.
Tras esta parada, la Virgen continuó su procesión, hasta “Los Mauricios” que como es tradición también quemaron sus fuegos a la virgen, para finalizar la procesión en la capilla, donde se quemaron los fuegos principales desde el Polideportivo Los Verdeños, cerca de las 12 de la noche, sin duda la procesión que más ha durado de los últimos diez años. Una vez la virgen fue introducida en la capilla, el pendón del barrio desfiló como siempre hasta el Centro Ciudadano.
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