Un cuadrilátero sin control que amanece con charcos de sangre en las aceras del barrio
El botellón del cuadrilátero cada fin de semana es peor, el problema sigue creciendo y desde el ayuntamiento no se hace nada por controlar el problema. Fuentes del gobierno municipal dijeron a TVC que era un problema que "no tenía solución fácil".
Imagen publicada en redes sociales por los vecinos afectados. |
Un fin de semana más, y cada vez con más agresividad, descontrol y violencia, el mega botellón del cuadrilátero desbordó hacía todos los barrios limítrofes, como Barrio Nuevo, La Verdellada, Cercado Mesa, San Juan o Padre Anchieta. Ruido, menores desbocados, tráfico de drogas, peleas, batalla campal e incluso denuncia de supuestas violaciones en redes sociales.
Los vecinos atemorizados e indefensos no recuerdan jamás una situación como la actual, "ni en los peores tiempos del cuadrilátero hace más de 20 años". Los efectivos policiales que acuden al cuadrilátero son claramente insuficientes, y el gobierno municipal socialista muestra su incapacidad de buscar una solución, cuándo desde su gabinete de prensa responden a la televisión canaria que se trata de "una problema de difícil solución", lo que genera mayor inseguridad a los vecinos afectados.
Este domingo las calles de las zonas altas de Barrio Nuevo y La Verdellada volvieron a amanecer llenas de botellas, meados en puertas, coches rotos, e incluso charcos de sangre, como el de la foto en la avenida Leonardo Torriani, fruto de las heridas de varios jóvenes tras recibir botellazos en una batalla campal.
La situación actual es de auténtico terror, tanto que los vecinos y los propios empresarios de la noche lagunera, ya han comenzado una recogida de firmas para exigir soluciones. Se preguntan a que esperan para convocar a los antidisturbios, ¿a una muerte?.
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