25 años iluminando
los árboles de Navidad en las calles del barrio de La Verdellada
Este pasado
domingo los vecinos de La Verdellada volvieron a celebrar su tradicional noche
de los árboles de Navidad en las calles, una tradición cuyo concurso ha
cumplido en esta edición 25 años.
La Verdellada celebró este domingo 23 de diciembre el
25 aniversario de una de sus tradiciones más originales, la del concurso de
árboles de Navidad en las fachadas de las casas del barrio antiguo, y lo hizo
con una jornada repleta de actividades para la familia. Fue en 1993, cuando la
Asociación Juvenil Ajuve comenzó a organizar un concurso, para incentivar que
se iluminaran las ramas decoradas que algunos vecinos ponían en sus fachadas en
Navidad desde varios años antes.
Con los años, esta tradición no sólo se consolidó,
sino que además se hizo imagen propia de estas fechas para La Verdellada, dónde
la noche de los árboles, en el solsticio de invierno, comienza la Navidad. El concurso
se organiza entre las ramas que se decoran en el casco viejo del barrio de La
Verdellada, concentrándose las mismas en las calles Francisco Afonso Carrillo,
Domingo Pérez Minik y Gabriel García Márquez, entre las que se sumaron un total
de 38 participantes en esta edición.
Debido al cuarto de siglo que se celebró, tanto la
Federación de Asociaciones Unión Verdeña (actual organizadora del concurso),
como el Ayuntamiento de La Laguna, quisieron que este año la celebración fuese
más especial que nunca. Para ello, por primera vez las calles en las que se
concentran la mayoría de los arboles fueron cortadas al tráfico desde las 4 de
la tarde hasta las 11 de la noche, periodo en el que además se prohibió el
estacionamiento, y las calles se llenaron de actividades para la familia y
visitantes, lo que fue como la noche en blanco de La Verdellada.
Desde la tarde hubo actividades infantiles para ayudar
y enseñar a adornar algunas de las ramas, actuaciones musicales, así como
animación de personajes infantiles que se sumaron a los visitantes de ambas
calles durante la tarde del 23. También hubo reparto de chocolate y pasteles, y
a partir de las 20,30 horas, como es tradición salieron las parrandas de Lo
Divino a cantarle a los arbolitos ya encendidos. En los últimos años muchas de
las familias organizan además pequeños agasajos y brindis a los visitantes de
sus árboles, y a la propia parranda, situación que revivió en esta edición,
finalizando la fiesta ya avanzada la noche.
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