PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES DE LA VERDELLADA EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE
LOURDES 2015
Doña Rosa Dávila Mamely
Consejera de Hacienda
del Gobierno de Canarias
Excelentísimas autoridades,
verdeñas, verdeños…
Muy buenas tardes a todos. Quiero agradecerles, de corazón, que me hayan
invitado a ser la pregonera de las fiestas patronales de este año, en honor a
la Virgen de Lourdes.
Para mí es un privilegio estar hoy aquí, porque La Verdellada es un lugar
muy especial… Un sitio en el que palabras como: esfuerzo, tradición,
sacrificio, diálogo, unión, honestidad, tesón, adquieren gran relevancia,
porque van en el ADN de cada uno de ustedes. Y esa circunstancia hace que lo
que celebramos estos días no sea simplemente una fiesta, sino una manera de
concebir la vida…
El reconocimiento de toda una Comunidad al trabajo de cada uno de sus
13.000 vecinos, durante todo un año.
Hablo de gente que se levanta cada día a dar lo mejor de sí… De personas
dispuestas siempre a ayudar al prójimo… A trabajar en equipo… Y a aportar su
granito de arena, para que el pueblo, el barrio (cada uno de sus enclaves
poblacionales) crezcan cada año y, sobre todo, sigan siendo el referente de un
modelo de vida: el “verdeño”. Con nombre propio.
Una vez me preguntaron en una entrevista si alguna vez había pedido un
autógrafo (o, en su defecto, a quien se lo pediría), y respondí que (tal vez
por timidez) no lo había hecho nunca. Pero que si lo hiciera, no sería ni a un
futbolista, ni a una cantante ni a una estrella de cine, sino a todas esas
personas que se levantan cada mañana muy temprano a ganarse el pan con esfuerzo
y sacrificio. A ganarse el pan honradamente, porque ese es el tipo de gente a
la que admiro.
La persona que me ha brindado la oportunidad de acercarme hasta ustedes no
es un hombre cualquiera: es un lagunero de pro, que vivió algunos años aquí y
al que se habrán encontrado mil veces en estas calles, porque ha vivido en San
Roque, en Los Baldíos, en Las Mercedes…
En La Verdellada y el Timple…
Fernando Clavijo ha sido concejal de la zona, alcalde de La Laguna y desde
comienzo de este mes dirige los destinos de esta Comunidad Autónoma de
Canarias. Fernando (que tuvo la confianza para nombrarme responsable de la
Hacienda canaria) no hace nada al azar, me conoce perfectamente, y me dijo:
“Rosa, en La Verdellada vas a descubrir un mundo distinto. La gente es
especial”.
Luego hablé con Jonathan Domínguez y le confesé que mis recuerdos de La Verdellada se remontaban a mi
etapa de la Universidad, cuando tenía que cruzar el barranco, por un camino
intransitable, que conducía a las aulas de la facultad de Ciencias
Empresariales (en el edificio del Seminario). Jonathan me dijo lo mismo que
Fernando, pero con otras palabras: “da igual, Rosa, te vas a sentir como en
casa”.
Les garantizo que esa sensación, la de sentirme como en casa, la he notado
desde que llegué a este salón de actos.
Dicho todo esto, y como no he venido a hablar de mí sino de ustedes, lo más
que ha llamado la atención de La Verdellada, repasando su historia, es su afán
de superación. Aquel barrio agrícola y ganadero de comienzos de siglo
(marginado durante décadas por los gobernantes, a la hora de invertir en
infraestructuras) se ha convertido en un lugar en el que es un orgullo vivir.
Y si hace 25 años, para muchos tinerfeños era casi una excursión llegar
hasta aquí, la Vía de Ronda le ha dado una dimensión especial a toda esta zona,
que sin perder su esencia, se ha convertido en punto estratégico del municipio
de La Laguna.
Me quedo con este dato: en 1857 este barrio tenía 70 habitantes… En 2006,
superaba los 7.500... Ahora debemos estar rondando los 13.000… Entre la Verdellada casco, la Urbanización
Verdellada y el barrio de El Timple, viven más personas que en toda la isla de
El Hierro. Y esa no es una cifra baladí, porque la gente se asienta en los
lugares en los que se encuentra bien. Sobre todo cuando se atraviesan épocas
tan difíciles como la que hemos vivido, y que, confiamos todos, empiecen a
quedar atrás.
Si repasamos la historia reciente (si echamos la vista atrás) en ese crecimiento
de La Verdellada del que hablaba (en esa lucha constante por el progreso) nos
damos cuenta de que las mujeres han jugado un papel fundamental; sin su empuje,
sin su empeño (y estoy convencida de que en eso estamos todos de acuerdo) la
Verdellada no sería lo que es hoy.
Con el permiso de los verdeños, mis palabras de esta tarde se van a centrar
un poco más en ellas: en las verdeñas. En mujeres que han sacado adelante a sus
familias y que han buscado tiempo para ayudar a los demás. El homenaje es a
todas, aunque pondré algunos ejemplos para que les resulte más cercano.
Me refiero a gente como Siona, que a sus 96 años tiene una de las familias
más grandes que conozco…. Más de diez hijos y más de 30 nietos, bisnietos…
Me refiero a mujeres como Matilde Rodríguez Pérez, referente matriarcal de
la familia Figueroa…
Hablo también de Adela, en el Lomo… Y de doña Lourdes, doña Carmen, Antonia…
Gente de bien, que ha dedicado una vida a los suyos y a buscar tiempo para
los demás…
Entre esos nombres y apellidos, no me puedo olvidar de personas como
Concepción Figueroa, que lleva nada y más y nada menos que casi 40 años como
Mayordoma de la Virgen… Esa Virgen de Lourdes que nos reúne hoy aquí y que
seguro ha contribuido mucho a que el papel de la mujer en la sociedad actual
empiece a ser reconocido como se merece.
Hoy, cuando hablo de mujeres, me refiero (lógicamente) a las verdeñas.
Mujeres que forman parte de ese todo.
Dicen que uno de los grandes males de este mundo que nos ha tocado vivir es
que la sociedad civil no se moja. Y
puede que esa afirmación sea cierta en otros lugares, pero no creo que sea
extrapolable (en absoluto) a las verdeñas. Se mojaban cuando tenían que ir al
barranco a la lavar la ropa… Y hoy se mojan
tomando decisiones y promoviendo iniciativas, que buscan una mayor calidad de
vida para todos.
La Asociación de Vecinos Los Verdeños (y este dato va para los más jóvenes)
se creó en 1959 y hasta 1981 no hubo mujeres en la junta directiva. En ese año,
en 1981, Mercedes Roger, se convirtió en la primera mujer que accedió a la
junta directiva de una asociación vecinal en el barrio. Para ella también el reconocimiento
por el valor… Por su osadía… Por el empuje del que les hablaba antes…
Luego llegó Nena. Y Nena demostró que haciendo el bien por los demás, una
se puede incluso enamorar. Tanta reunión hubo (fíjense) con el aquel entonces
concejal de zona de La Verdellada, Pedro Molina, que Nena y Pedro (actualmente)
presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Tenerife, AGATE)
acabaron formando una familia.
¿Ven como La Verdellada es un mundo aparte?
Hoy (y es otro dato llamativo que aporto), el 70 por ciento de los miembros
de las juntas directivas de las
asociaciones de La Verdellada son mujeres. Mujeres que han hecho gala de
valentía y de coraje. Un binomio fundamental para poder mirar al futuro con
optimismo.
España entera, y por extensión Canarias, ha atravesado una de las peores
crisis económicas que se recuerdan. Y esa crisis nos ha obligado a resituarnos
a todos.
Han sido años difíciles (muy duros).
De 2007 a
esta parte, mucha gente se ha quedado sin trabajo; ha habido que limitar la
inversiones públicas y las Administraciones han tenido como prioridad atender
las necesidades básicas de las personas. Todos nos hemos tenido que apretar el
cinturón.
Los verdeños no han sido ajenos a esa situación de crisis. Pero no se han
venido abajo. Y les garantizo que si hemos pasado lo peor, ahora hay razones
suficientes para mirar al futuro con optimismo.
Llegan nuevos tiempos. La sociedad demanda políticos que apuesten por el
diálogo antes que por la confrontación. Que sean transparentes en la gestión y
que se dejen el alma en defender los intereses de su tierra.
Gente luchadora, como la que hay aquí.
No puedo presumir de “verdeña”, porque no lo soy. Pero me formé muy
cerquita de aquí. Y parece que algo se me ha pegado.
Desde mis nuevas responsabilidades, trataré de que los canarios seamos
tratados por el Estado en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos de
este país…
Vivir lejos, no significa ser menos…
Vamos a trabajar duro, para reducir el desempleo y consolidar el
crecimiento económico, que estoy convencida va a ser superior al previsto
inicialmente. Pero, sobre todo, vamos a trabajar para conseguir que ese
crecimiento (esas macro-cifras de las que hablan los economistas) se noten en
las calles de nuestros barrios y nuestros pueblos. Ese es el objetivo. Esa es
la meta a cumplir.
Entre esos proyectos, de presente y de futuro, en La Verdellada cobra un
especial protagonismo el Cemuve. Un edificio multifuncional, que debe
convertirse en un lugar de referencia cultural. Que debe servir también como
semillero de emprendedores. Haremos lo posible para que sea una realidad, de
aquí a un plazo razonable de tiempo. Habrá tiempo para hablar de todo ello.
Pero hoy (como decía al inicio de mi intervención) es un día de celebración; de
reconocimiento al trabajo bien hecho.
Quiero que lo disfruten.
Que no olviden ni un solo instante que las cosas grandes salen del esfuerzo
y de la dedicación… Que la vida es plena, cuando hay honestidad e ilusión….
Que hay muchas maneras de vivir y una de ellas es conservando la
tradiciones… Y ustedes tienen un máster en todo eso.
Solo me resta me resta animarles a todos a vivir y compartir estos días en
armonía, con alegría y cordialidad, con devoción a nuestra Patrona, con
espíritu de superación y con la amplitud que caracteriza al verdeño. En
definitiva, animarles a vivir unas inolvidables fiestas en honor de Nuestra
Señora de Lourdes donde no puede ser de otra manera, en La Verdellada. Ese es mi deseo.
Felices Fiestas.
Pregón leído para la historia, en el Teatro de la Escuela Oficial de Idiomas de La Laguna, el viernes 24 de julio de 2015, a las 20 horas.
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