Los vecinos de La Verdellada piden que se les riegue con cuba de agua, puesto
que el riego por goteo parece que no funciona, y no llega a los tres últimos de
la fila.
En julio de 2008, cuando se creó la plazoleta de acceso al
Parque Tinguaro por la Avenida La Salle, se crearon siete posetas, una por cada
isla Canaria, y se plantaron en ella siete cipreses a petición de los vecinos
del barrio. El objetivo era plantar una especie de árbol que a la par de
elegante, sirviera para tapizar la pared de hormigón del nuevo campo de fútbol.
Los siete cipreses pegaron muy bien, de hecho han crecido
desde sus iniciales dos metros de altura cuando fueron plantados, hasta más del
doble en sus primeros años, hasta lograr un efecto óptico muy bonito y elegante
que ha hecho que la gente conozca este punto como la plaza de los cipreses.
Pero en el último año, tres de estos árboles se han ido
secando paulatinamente, quizás por contraer alguna enfermedad o por falta de
riego, puesto que los vecinos han comprobado que el riego por goteo no está
llegando a estas últimas posetas. Por este motivo los vecinos han comenzado a
preocuparse por los árboles, ya que ven como un punto del barrio que desde su
creación ha sido objeto de admiración, comienza a languidecer de manera
preocupante.
Desde la Asociación de Vecinos Los Verdeños se ha pedido al
ayuntamiento que tome alguna medida al respecto para evitar que los árboles
sigan muriendo, y al tiempo, que sean repuestos los cipreses que parecen haber
muerto, por otros ejemplares de similar especie. Además se ha pedido que se revise el riego por goteo, y si es necesario que se rieguen los árboles con la cuba de agua municipal.
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