Hay una canción de Rubén Blades que habla de la palabra patria de una manera muy sutil y sugerente, pues describe lo que puede ser una patria más alla de un país, de una región o de un territorio. Y lo dice bien, la patria son tantas cosas bellas como las paredes de un barrio como el nuestro, la mirada de un viejo que nos enseña la esencia del respeto, la eterna primavera que precede al verano que nos trae las fiestas...
Me río de aquel que usa el despectivo para el barrio que fuere, porque con ello desprecia lo que desconoce. Un barrio es la sonrisa de un niño que crece, la felicidad de una madre o un padre que lo ve crecer, una familia que convive, un vecino que es tu hermano, un espacio que te pertenece más alla de un título de propiedad, porque te pertenece en sentimientos.
Rubén nos enseña mucho en sus canciones, o más bien nos muestra lo que ya conocemos porque los que somos de barrio lo hemos vivido con el orgullo de la resistencia. ...“Cuando era niño mi barrio era un continente, y cada calle era un camino a la aventura, en cada esquina una memoria inolvidable, y en cada cuarto una esperanza ya madura... fuimos piratas, saltinvanquis y vaqueros. Nuestra pobreza nunca conquistó el dinero, pero en las casas nunca se rindió el yo puedo. Me iba a la cama con la fe del que ganó, me despertaba con la paz del que aprendió, que lo importante en esta vida es el tratar, que lo que cuesta es lo que no voy a olvidar. Crecí luchando como los otros, los que crecieron de humilde cuna con su fortuna, hecha de sueños como yo”...
Así es como veo en gran medida a este barrio en el que vivo desde que nací, al que pertenezco en sentimientos, en vocación de servicio y en amistad. Ser de barrio es un orgullo, porque todo lo que logras en tu vida más te cuesta y más lo valoras, más te duele y más lo sientes y lo defiendes. La Verdellada es mucho más que una patria, un pueblo, o un barrio, este lugar es un sentimiento, que aflora en el revivir del verano que carga su mayor tradición.
Así es como La Verdellada se dispone un año más a revivir la exaltación de sus sentimientos de identidad, como siempre ha hecho a través de sus fiestas patronales en honor a su antorcha y guía, la Virgen de Lourdes, siempre presente en los corazones de sus hijos Verdeños. Son las fiestas grandes que dan identidad al sentimiento de pertenencia, al sentido de existencia de la comunidad del barrio en sí, las fiestas que reúnen, que nos hacen sentir más Verdeños y sobre todo, más personas.
Felices Fiestas, ¡Viva la Virgen de Lourdes!
José Jonathan Domínguez Roger-Bessú
Concejal de Fiestas y Juventud de La Laguna
Vecino de La Verdellada
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