Las asociaciones del barrio piden al ayuntamiento más diligencia en el arreglo de las grietas aparecidas el año pasado, puesto que con la llegada de las lluvias el centro se ha llenado de humedades y goteras.
En mayo del 2010, comenzaron aparecer una serie de grietas en diferentes paredes del Centro Ciudadano de La Verdellada, motivo por el que las asociaciones que componen el consejo de centro decidieron comunicar al ayuntamiento esta situación anómala de la estructura del edificio, construido entre 1997 y 1998. Entonces realizó una visita la técnico municipal responsable de los edificios públicos, que curiosamente restó importancia a las mismas, considerándolas como normales y de dilatación. Sin embargo, cuatro meses después las grietas se habían multiplicado, y en algunas ya cabían tres dedos, también se estallaron algunas guías de puertas y ventanas, y se partieron los zócalos de algunas paredes de la zona Este del edificio. Entonces las asociaciones volvieron a reclamar al ayuntamiento una visita técnica urgente, acudiendo ahora los técnicos de Urbanismo, que si tomarón medidas como la colocación de unos testigos en las grietas, algo lógico que deberían haber puesto en mayo, y se indicó que ponían el edificio en observación para determinar un diagnóstico exacto de lo que pasaba.
Han pasado cuatro meses, y pese a que los testigos aun no han partido, una buena señal que indica que las grietas no han crecido, lo cierto es que con las lluvias el centro se ha convertido en un colador, ya que han aparecido goteras y el agua ha entrado limpia por las paredes agrietas. La humedad está provocando que se baje los automáticos eléctricos cada vez que llueve, al tiempo que ha obligado a las asociaciones a retirar algunos muebles de paredes y aislamiento de documentación para evitar su deterior con el agua o inutilizar algunos espacios por la humedad. El último fin de semana de enero, fue tanta el agua que entró en el edificio por las grietas, que aparecieron diversos charcos en oficinas y pasillos, ya que las grietas ahora se han descubierto también en los parapetos de las claraboyas.
Los técnicos municipales informaron en su visita al centro, que la estructura no corría peligro, y que se trataba ahora de grietas de asentamiento, y que podrían ser consecuencia de un corrimiento de tierra en el subsuelo, donde existen arcillas expansivas a las que le ha tenido que llegar humedad, posiblemente como consecuencia de la riada del 1 de febrero de 2010, en las que el centro sufrió una importante inundación. Los vecinos, aunque están tranquilos en cuanto a la seguridad del edificio, si que han expresado su preocupación por lo que consideran una "actitud algo pasiva" del ayuntamiento a la hora de arreglar este problema. Ya que está entrando agua al centro, que puede agravar la situación, y desde octubre no se ha recibido ninguna noticia sobre una actuación general en el edificio para por un lado, arreglar las grietas, y por otro, resolver los problemas de humedades y goteras, ya que el edificio necesita de manera urgente, como mínimo, una obra de impermeabilización de las cubiertas y fachada.
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