domingo, 25 de octubre de 2009

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Los jóvenes de La Verdellada aseguran que los polideportivos del barrio son las “Ovejas Negras” del municipio.

Los jóvenes aseguran estar cansados de esperar por una mejora en serio del Polideportivo Municipal Los Verdeños, al tiempo que critican el estado de limpieza del Polideportivo Municipal “La Verdellada”.






La Verdellada en su conjunto, tiene la suerte de contar con tres instalaciones deportivas públicas, y otras tres privadas, las cuales son utilizadas a diario por los vecinos y jóvenes del barrio para practicar deportes. Las tres privadas son las que se encuentran en un estado envidiable, pero tienen un uso restringido, tal y como son las canchas del Colegio Público La Verdellada, cuyo uso es exclusivo del colegio; las instalaciones del Seminario cuyo uso también es exclusivo para el Seminario; y las canchas del Colegio La Salle que tiene las mejores instalaciones del barrio pero que también son de uso exclusivo de este colegio.

Sin embargo la historia de las instalaciones públicas de la zona tiene otra cara bien distinta. El recién inaugurado Campo de Fútbol de La Verdellada, es una auténtica piscina cada vez que llueve, tanto que ya se han tenido que suspender partidos porque el edificio de vestuarios se inunda por su mala impermeabilización. Eso sin hablar, de la falta de un acceso directo a las gradas laterales, que debido a que no tiene una valla protectora con el campo, ni un acceso directo que evite que para ir a ellas haya que entrar por el túnel de vestuarios, se ha prohibido su uso durante los partidos oficiales.

Pero la cosa no termina ahí, el aparcamiento del campo no se puede usar porque la puerta no tiene motor y pesa una tonelada, la cantina es un kiosco de Cocacola porque pese a estar en el proyecto no se construyó la original como se había prometido al barrio. Luego la grada que está en uso no tiene valla que la proteja de los balones del campo, y el mobiliario de los vestuarios es de segunda o tercera mano. La Asociación Deportiva Verdellada comparte el campo con otros equipos foráneos del barrio, y por ahora sólo ha recibido promesas del Organismo Autónomo de Deportes para arreglar las deficiencias dos años después de su inauguración.

Otra historia es la del Polideportivo Municipal “La Verdellada” situado en la vieja urbanización blanca y verde, que fue remodelado hace apenas dos años, pero cuyo mantenimiento desde entonces ha sido nulo. Abel Suárez, uno de los jóvenes del barrio que habitualmente usa la cancha, comenta que ya no hay guardián, los vestuarios están siempre cerrados, el alumbrado del polideportivo nunca está encendido y los jóvenes del barrio no pueden usarlo por las tardes y noches, sobre todo ahora en invierno que oscurece más temprano. Sin embargo comenta que gente de fuera del barrio sí que lo puede usar en este horario porque desde el Organismo Autónomo de Deportes a ellos si les enciende los focos. Los jóvenes de la urbanización también se quejan de la poca limpieza de las canchas, así como de lo abandonados que están los jardines del polideportivo, llenos de hierbas secas, y los muros con pintadas.

Pero sin duda, la “cenicienta” de los polideportivos de La Verdellada, es el Polideportivo Municipal Los Verdeños, situado en el Lomo junto a las viviendas sociales del barrio, y eternamente abandonado. En este caso es el presidente de la Asociación Juvenil Ajuve, Cristo Peña, y el Presidente de Los Verdeños, Moisés Afonso, los que dan la cara para hacer la crítica. Ambos jóvenes comentan que desde que se hizo el polideportivo, llevan recibiendo promesas de una obra con fundamento que mejore el aspecto y las instalaciones de esta cancha que es una de las más usadas por los jóvenes del barrio de manera libre.

El Polideportivo Municipal Los Verdeños se inauguró en 1997, y ya desde entonces se llevan recibiendo promesas del Ayuntamiento sobre su arreglo, ya que este polideportivo no tiene vestuarios ni un almacén para guardar material deportivo. Los jóvenes han pedido durante todos estos años mejoras como la creación de un mini grada o un banco continuo en un lado para poder ver los partidos, la subida de las vallas para no perder tantos balones, agua para no tener que bajar a la tajea, pintura para los muros que están todos abandonados o el arreglo de los focos que hace años que no se encienden porque un vecino corto los cables para que los jóvenes no le molestaran cuando jugaban en la cancha.

Peña y Afonso, comentaron que después de tanta espera, en 2007 empezaron hacer unas obras de mejora en la cancha, que resultaron ser una auténtica chapuza y un despropósito en toda regla. “Se pidió que subieran las rejas de altura, y las bajaron, y encima las cambiaron por un material rígido, que si antes los pibes hacían un agujerito para acortar camino, ahora quitan las rejas por paneles”. En esa obra “tardaron cinco meses en hace un muro de 30 metros de largo por uno de alto, y encima no lo terminaron porque esta sin enfoscar por la parte trasera. Luego empezaron hacer una cancha de bochas y la dejaron a la mitad, y las farolas y canastas no las han pintado desde 1997”.

Este malestar reinante en La Verdellada por el estado de abandono que presentan las instalaciones deportivas de ámbito público del barrio, no es espontáneo, sino más bien de crecimiento gradual según va pasando el tiempo y acumulándose las promesas. En los últimos Concejos de Zona, el estado de los polideportivos ha salido a la palestra en varias ocasiones sin respuestas de solución, motivo por el que tanto los jóvenes como los vecinos del barrio, ya están cansados de esperar, y reclaman que las canchas del barrio dejen de ser las “ovejas negras” del municipio, y reciban un mantenimiento digno y que se cumplan las promesas de una vez por todas.

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