Barrio Nuevo pierde la histórica oportunidad de recuperar este espacio para uso público. El ayuntamiento no se había puesto en contacto con los propietarios desde 2019, motivo por el que han terminado vendiendo la parcela a un promotor privado.
Antigua fábrica de Galletas Saydo |
La fábrica será derribada para construir viviendas. |
Asamblea vecinal celebrada en enero de 2020 en el Centro Ciudadano de Barrio Nuevo, en la que el alcalde afirmó que estaba negociando la compra de la fábrica. |
Hace más de una década que el Ayuntamiento de La Laguna trabajaba junto con los vecinos y propietarios de la antigua fábrica de galletas Saydo, la posibilidad de recuperar la estratégica parcela que ocupa para construir una gran plaza y un equipamiento social en condiciones para la zona.
Para ello, pese a que los anuncios y negociaciones comenzaron antes, el primer paso real se dio en 2013, cuando se incluyó en el borrador de PGO que se aprobó provisionalmente un año después, con la reclasificación urbanística de la parcela, pasando de urbana de edificación cerrada para uso residencial a 2 alturas, a urbano equipamiento social y espacio libre de plaza.
Con esa aprobación inicial quedaba suspendida la planificación anterior y con ello se abría paso un proyecto ilusionante, que quedaría atrapado en la guerra política por la aprobación del PGO que se sufriría en los años posteriores, y que haría caer la suspensión de la planificación anterior en 2018, al cumplirse los 5 años máximos que marca la norma para poder lograr la aprobación definitiva que no sucedió.
Ante esa situación, y al desaparecer el paraguas que protegía la reserva de este suelo, con la vuelta de la planificación de 2004, sólo quedaba la opción de salvar el proyecto negociando una compra directa con los propietarios. Fue precisamente el proceso que inició en 2018 el anterior alcalde, José Alberto Díaz Domínguez; negociaciones que fueron bien recibidas por los propietarios, y que se vieron paralizadas con el cambio de gobierno municipal en 2019.
Pasados los meses desde el inicio del nuevo mandato, ante la falta de noticias del ayuntamiento, fueron los propietarios quienes pidieron cita. Les atendió el concejal de urbanismo, quien en este otoño de 2019, les comunicó que el nuevo gobierno descartaba el citado proyecto. Por este motivo decidieron poner en venta la parcela en noviembre de 2019, colocaron los carteles de "Se Vende", y motivaron un gran revuelo vecinal.
No fue hasta enero de 2020, cuando tras publicarse la noticia de la puesta a la venta de la fábrica en nuestra revista El Verdeño, el grupo de gobierno reaccionó, principalmente de manera mediática, desmintiendo la evidencia. Días posteriores a la publicación de la noticia, el grupo de gobierno casi en peso, participó en una asamblea vecinal en el Centro Ciudadano de Barrio Nuevo, dónde no solo desmintieron la información publicada, sino que además afirmaron que "el proyecto seguía adelante y que estaban negociado con los propietarios".
Sin embargo, pese a las declaraciones y afirmaciones públicas del alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, y del concejal de Hacienda, Alejandro Marrero, los propietarios no recibieron jamás llamada alguna desde el ayuntamiento, por lo que la fábrica continuó en venta, pese a que su voluntad siempre fue negociar primero con el consistorio.
Y finalmente se consumó el desastre para el barrio, y el pasado otoño de 2020, una promotora inmobiliaria adquirió, primero dos tercios del total de la parcela en venta a los herederos de Saydo, y ya entrados en 2021, el otro tercio que estaba en manos de una entidad financiera tras un embargo.
Pese a todos estos acontecimientos, documentados paso a paso, en el pleno municipal del mes de enero de 2021, el concejal de CC, Jonathan Domínguez, formuló pregunta escrita "sobre como iban las anunciadas negociaciones municipales para la adquisición de la propiedad", a lo que respondió el concejal de Hacienda, que “las negociaciones seguían su curso”, pese a que en esa fecha ya había sido vendida dos tercios de la parcela a una promotora, por lo que una de dos, o el concejal mintió, o el concejal no tenía ni idea de lo que estaba informando.
La situación actual es tristemente demoledora para los intereses vecinales, puesto hoy por hoy, la propiedad de la parcela que ocupa la fábrica ya está en manos de una promotora que redacta proyecto de edificación conforme al PGO vigente, por lo que en cuanto soliciten licencia, deberá ser otorgada o se incurrirá en un acto contrario a derecho por parte del gobierno municipal.
Otra opción para el grupo de gobierno sería aplicar una suspensión temporal y aprobar una modificación puntual del PGO en la superficie ocupada actualmente por la fábrica. Pero en cualquiera de los dos casos, que requieren de voluntad política, implicaría para el ayuntamiento la obligación de abonar una indemnización millonaria a la nueva propiedad, pues ya son públicamente conocedores de la legitimidad que tiene para ejercer su derecho a construir.
En definitiva, los dos últimos años y medio de “no gestión” municipal, en lo referente al proyecto de la Fábrica de Galletas Saydo, parece que han terminado enterrando definitivamente el trabajo realizado los 8 años anteriores, y con ello las opciones para recuperar la céntrica parcela que ocupa para uso público. Han sido casi tres años de auténtica dejadez, engaños, e incumplimientos, que golpean de lleno los intereses comunitarios de Barrio Nuevo, cuya moral queda tocada y con un sentimiento de haber sido víctimas de una traición generalizado.
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