El programa ANSINA es el proyecto insular que desde hace más de 30 años proporciona servicios y actividades de dinamización pro envejecimiento activo e integración a los mayores de la isla en sus propios pueblos y barrios. El cabildo ha aprovechado la cuarentena para suprimir el programa de manera definitiva.
Tal y como ha anunciado la consejera socialista responsable de Asuntos Sociales en el Cabildo de Tenerife, Marian Franquet, departamento del que depende el programa de dinamización de mayores Ansina, este proyecto ha sido suprimido, al tiempo que ha anunciado que será sustituido por otro "mejor", del cual no se sabe contenido, presupuesto, ni siquiera cuando se implantará. El cabildo ha aprovechado la cuarentena del Covid19 para suprimir el proyecto y, visto lo visto, así evitar cualquier tipo de movilizaciones.
En La Verdellada el programa Ansina presta servicios a la Asociación de Mayores La Cruz de Marca desde 1999, y la incorporación de los mayores verdeños al programa fue todo un acontecimiento que se celebró muchísimo, por la importancia de la actividad que ofrece al colectivo, que después de años y años de trabajo quieren aprovechar su vejez de manera activa con actividades de dinamización de su gusto.
La consejera ha alegado que el programa Ansina no cumplía con los objetivos programáticos del nuevo gobierno, y por ello han tomado la decisión de cancelarlo, puesto aseguran van a implantar "uno mejor", del que aun no se sabe absolutamente nada. Esta decisión implica, además de dejar de prestar el servicio de atención a los mayores de la isla, en un momento especialmente delicado como el actual, prescindir de los más de medio centenar de trabajadores del mismo.
Se trata de monitores de actividades como manualidades, gimnasia de mantenimiento, artesanía, baile, folklore, teatro, escuelita, etc., muchos con más de 25 años de experiencia e implicación, que hasta una semana antes del despido, estuvieron toda la cuarentena en contacto directo con los mayores, con actividades online y ayudandoles a combatir la soledad.
El proyecto y su trabajo ha sido tan bueno, que recibieron la Medalla de Oro de Canarias de 2019, y varios reconocimientos nacionales, de hecho en otros territorios de España han copiado el programa tinerfeño, que con sus más de 30 años de experiencia ha demostrado sus excelentes resulatados.
El cierre del programa implica que muchas asociaciones de mayores puedan, incluso, verse abocadas al cierre, dejando de prestar un servicio de dinamización, excursiones, actividades de envejecimiento activo y acompañamiento a miles de ancianos que viven solos en sus casa. Y es que muchos mayores, sin familia o con esta totalmente emancipada, las únicas actividades y relaciones sociales o vitales que disfrutan son las proporcionadas gracias a las asociaciones o al programa Ansina, y todas sin salir de sus barrios y pueblos de origen.
Cerrar el programa sin tener una alternativa ya implantada, es cuando menos una chapuza, además de una irresponsable muestra de insensibilidad, puesto no se trata ni siquiera de un tema de presupuestos, sino de una decisión política. Los mayores recuerdan que cuando la crisis del 2009, hubo recortes y todos se hablaron, pactaron, explicaron y consensuaron con los mayores, pero ahora se han enterado de todo por la prensa y por los monitores que entre llantos se han despedido de sus mayores.
La Asociación de Mayores La Cruz de Marca de La Verdellada, ha decidido junto a otros colectivos de la isla, mostrar su apoyo público al programa Ansina, y a sus trabajadores despedidos, al tiempo que reclaman que vuelva a ser activado por la importancia de la actividad que ofrece para el colectivo de mayores.
Sin entrar en las discrepancias o diferencias políticas de los responsables de ahora o antes en el cabildo, los mayores piden que se les respete y no se les incluya en la guerra entre partidos, puesto uno de los motivos que se han escuchado en los medios de comunicación, es que el cierre del programa se debe a que era una idea del gobierno anterior, y que el nuevo gobierno quiere ahora eliminarla e implantar la suya.
Los mayores quieren que se restituya el programa Ansina, con este nombre o con el que le de la gana al nuevo gobierno, pero con el mismo contenido que tanto éxito y buen resultado ha dado estos 30 años, y con el mismo personal, personas que durante décadas se han implicado y ganado la confianza de las asociaciones y mayores, "son como nuestra familia".
Los mayores critican la actitud dictatorial con la que se están tomando las decisiones, y es que no se pregunta, no se consensúa con los afectados, ni se comunica, solo se decide y se impone. Se ignora la ley de participación ciudadana y se abusa de la indefensión de los mayores, por su edad, y por la situación actual de aislamiento y poca libertad de movimiento con seguridad para poder protestar.
A la espera de diferentes plenos municipales e insulares que debatirán este tema en los próximos días, lo cierto es que que miles de mayores poco a poco van saliendo a la calle, y su nueva normalidad se resume, sin Ansina, en más soledad, menos recursos sociales, y más desprotección. Los mayores piden apoyo de la sociedad, y respeto de los gobernantes, aseguran no merecer este trato que llega ser hasta vejatorio.
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