Las obras duraron unos tres meses, y en ellas se han empleado gran parte de las piedras del muro original. Con estos trabajos la calle Molinos de Agua vuelve a estar abierta al tráfico en su totalidad.
El pasado mes de febrero, fue vallado el entorno del muro perimetral del Rectorado de la Universidad de La Laguna, hacia la calle Molinos de Agua en el barrio El Timple, en La Verdellada, por riesgo de desplome tras la aparición de nuevas grietas en el citado muro tras las lluvias del 1 de febrero. El vallado de esta vía, como consecuencia del riesgo de desplome del muro, causó molestias a los vecinos de esta zona que conecta La Verdellada y el casco histórico de La Laguna, ya que a la reducción de la calzada, se ha añadido la eliminación de una decena de plazas de aparcamientos.
Así pues, tras nueve meses de espera, el pasado 13 de octubre, se iniciaron los trabajos de demolición del muro y su posterior reconstrucción, obra financiada y ejecutada por la propia Universidad de La Laguna, propietaria del mismo, tal y como informó en su momento el concejal de zona, Jonathan Domínguez. En abril, la Asociación de Vecinos Los Verdeños protestó por la tardanza en el arreglo del citado muro, que estaba causando múltiples molestias a los vecinos de esta zona del barrio, y desde el ayuntamiento se le indicó que correspondía a la Universidad de La Laguna la reparación citada, y que se le requirió el inicio de los trabajos, algo que han hecho sin mayor problema.
El concejal de zona, Jonathan Domínguez, indicó que inicialmente “se solicitó informe al área de Patrimonio para determinar si el citado muro, compuesto por restos de la muralla que delimitaba la antigua huerta del ex convento de Santo Domingo de Guzmán, estaba protegido o no”, pero los técnicos municipales determinaron que la citada muralla no contenía valor patrimonial por tratarse de restos poco significativos de la pared original. Por este motivo la pared no aparecía en el catalogo de bienes protegidos en el casco histórico de la ciudad o zona tampón, lo que ha permitido que el Rectorado procediera a su reparación con su demolición y posterior reconstrucción sin mayores inconvenientes.
La Asociación de Vecinos Los Verdeños mostró su satisfacción por el inicio de estos trabajos, ya que con ello, los vecinos de la calle Molinos de Agua, y a su vez los del barrio El Timple y La Verdellada que acceden al barrio a diario por esta vía, dejaron de sufrir las molestias que había causado el riesgo de desplome del muro. Moisés Afonso, presidente de Los Verdeños, dijo “sentirse satisfecho con el acabado de los trabajos, que los vecinos reclamaban con urgencia”.
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