Los trabajos se incluyen en un plan del Ayuntamiento de La Laguna que pretende recuperar todos los elementos patrimoniales y etnográficos del barranco verdeño.
Desde el pasado mes de julio, una veintena de operarios del Ayuntamiento de La Laguna, trabaja a destajo en el entorno de las ruinas del Molino de Agua del barranco de La Verdellada, en las tareas de su recuperación. Estos trabajos están siendo ejecutados por la concejalía de Patrimonio Histórico, Vías y Obras del Ayuntamiento de La Laguna, tras las peticiones realizadas por la Asociación de Vecinos Los Verdeños. Se trata en sí de una iniciativa conjunta entre el ayuntamiento y la asociación de vecinos, con la colaboración de la Universidad de La Laguna, en la que las administraciones y entidades trabajan desde hace varios años.
El Ayuntamiento de La Laguna, pretende iniciar así la recuperación paulatina de todos los elementos patrimoniales existentes en el Barranco de La Verdellada entre la Casa del Barco y El Timple, entre los que destacan este Molino de Agua, un Horno de Cal que puede ser el elemento patrimonial más antiguo de los existentes, un acueducto, otro Molino de Agua en el Barrio El Timple, y grabados aborígenes entre otros elementos geológico a destacar como el conocido capricho del Corazón Partido.
Según informó el concejal de zona, Jonathan Domínguez, la idea municipal es hacer trabajos de recuperación de las ruinas existentes, para definir sus estructuras, clasificarlas, catalogarlas, y mantenerlas en buen estado para el disfrute y observación didáctica de los ciudadanos. Domínguez destacó que se trata de una iniciativa que no nace ahora, sino que el Ayuntamiento y la Asociación de Vecinos lleva trabajando en este proyecto desde hace mucho tiempo, ya que este tipo de actuaciones no se hacen improvisando. La implicación de la Universidad de La Laguna ha sido clave para iniciar las excavaciones. Recuperar este barranco, que es una joya patrimonial de esta ciudad, es un objetivo claro y prioritario del grupo de gobierno municipal, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico que dirige María de la Cruz Díaz.
El Barranco de La Verdellada, conocido también como de Gonzálianez, de la Carnicería, o de Araguy, constituye una ruta etnográfica de incalculable valor, ya que en él se representan diferentes elementos propios de la cultura de aprovechamiento del agua para la actividad económica en Canarias durante los últimos cinco siglos.
EL MOLINO DE AGUA DE LA VERDELLADA
El Molino de Agua de La Verdellada, se encuentra situado en el margen del barranco, a la altura de la Casa del Barco, junto a la Vía de Ronda en la entrada antigua al barrio viejo. Este molino fue construido en el siglo XVI, para la producción de alimento derivado del grano. Con el paso de los años el molino perdió su uso con el paulatino secado de la vega lagunera, que provocó a su vez la perdida del caudal de agua del barranco verdeño, y su definitivo secado. El molino sin agua estable, pese a los canales que se construyeron en el barranco, de los cuales aun quedan restos, ya no era tan rentable y eso provocó su abandono definitivo en el siglo XIX.
Con la construcción del polígono de viviendas de la Urbanización La Verdellada a finales de los años 60, se utilizaron partes del barranco para tirar escombros, entre ellas el entorno del molino que quedó sepultado a excepción de su torreón. Con los trabajos iniciados en el mes de julio, el ayuntamiento ha comenzado el desescombro del entorno de este molino con lo que se están recuperando ya los restos existentes de la antigua casa del molino, en cuyo interior se han encontrado diversas herraduras de burro, propias de los animales que se utilizaban para traer el grano, y llevarse el gofio.
Con la recuperación de las ruinas del primer Molino de Agua en La Verdellada, se inicia un proyecto que se prolongará durante un mínimo de tres años, ya que las tareas de recuperación de las ruinas se están realizando a mano y sin maquinaria de ningún tipo, lo que garantiza que no se deterioren los elementos patrimoniales que se están recuperando tras montañas de escombros. Esta zona se va a dotar de iluminación nocturna, y se van a crear miradores a la orilla del barranco para contemplar las ruinas, en los cuales se instalarán paneles informativos y didácticos sobre los propios molinos.
El Molino de Agua de La Verdellada, se encuentra situado en el margen del barranco, a la altura de la Casa del Barco, junto a la Vía de Ronda en la entrada antigua al barrio viejo. Este molino fue construido en el siglo XVI, para la producción de alimento derivado del grano. Con el paso de los años el molino perdió su uso con el paulatino secado de la vega lagunera, que provocó a su vez la perdida del caudal de agua del barranco verdeño, y su definitivo secado. El molino sin agua estable, pese a los canales que se construyeron en el barranco, de los cuales aun quedan restos, ya no era tan rentable y eso provocó su abandono definitivo en el siglo XIX.
Con la construcción del polígono de viviendas de la Urbanización La Verdellada a finales de los años 60, se utilizaron partes del barranco para tirar escombros, entre ellas el entorno del molino que quedó sepultado a excepción de su torreón. Con los trabajos iniciados en el mes de julio, el ayuntamiento ha comenzado el desescombro del entorno de este molino con lo que se están recuperando ya los restos existentes de la antigua casa del molino, en cuyo interior se han encontrado diversas herraduras de burro, propias de los animales que se utilizaban para traer el grano, y llevarse el gofio.
Con la recuperación de las ruinas del primer Molino de Agua en La Verdellada, se inicia un proyecto que se prolongará durante un mínimo de tres años, ya que las tareas de recuperación de las ruinas se están realizando a mano y sin maquinaria de ningún tipo, lo que garantiza que no se deterioren los elementos patrimoniales que se están recuperando tras montañas de escombros. Esta zona se va a dotar de iluminación nocturna, y se van a crear miradores a la orilla del barranco para contemplar las ruinas, en los cuales se instalarán paneles informativos y didácticos sobre los propios molinos.
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