Fernando Clavijo visita los molinos del barranco de La Verdellada
El alcalde visitó el barranco para comprobar in situ el buen ritmo de los trabajos, acompañado por la concejala de Vías y Obras, Cruci Díaz, y el concejal de zona de La Verdellada, Jonathan Domínguez.
El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, visitó en pasado jueves 24 de septiembre el barranco de La Verdellada para comprobar in situ el buen ritmo al que marchan los trabajos que está realizando el Ayuntamiento para recuperar las antiguas estructuras de los dos molinos de agua y el horno de cal que se ubican en el lugar. Así, el alcalde anunció que se prevé que la primera fase del proyecto esté concluida en el próximo mes de enero.
Clavijo, que estuvo acompañado en su visita por la concejala de Vías y Obras, Cruci Díaz, y por el concejal de zona, Jonathan Domínguez, destacó que esta iniciativa, en la que trabaja codo con codo Ayuntamiento y Asociación de Vecinos Los Verdeños desde hace varios años, “contribuye a la conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico y cultural de la ciudad por el gran valor etnográfico y arqueológico que poseen los molinos. Por ello, nuestra idea es redescubrirlos y devolvérselos a la ciudad para que puedan ser admirados por todos los vecinos”.La primera fase del proyecto, que abarca los primeros 100 metros del barranco, incluye el citado molino de agua, un viejo acueducto y el conocido capricho geológico del “corazón partido”. Los trabajos se basan en el redescubrimiento de las ruinas del molino de La Verdellada, así como la adecuación de un mirador y vallas de protección, la limpieza del acueducto y la creación de un sendero para acceder al “corazón partido”.
Respecto al mirador, se trata de pavimentar los entornos de la parte superior de este enclave, a nivel de calle, desde el que los vecinos y visitantes puedan contemplar los valores patrimoniales de este singular entorno histórico-etnográfico. Al mismo tiempo, se instalará un vallado de forma que estas ruinas queden protegidas para su mayor conservación. Asimismo, se dotará de iluminación especial esta zona para facilitar su visión y protección nocturna.
Las estructuras de los dos molinos de agua de La Verdellada se conservan en la margen derecha del mismo barranco, uno en la zona del Timple y el otro junto a la Casa de Barco, en la zona más próxima a la Vía de Ronda. Se empleaban en el pasado para la utilización del agua como fuerza motriz para la molienda de cereales, especialmente, para fabricar gofio. Estos molinos están asociados a la historia misma de la Ciudad del Adelantado y llegaron a constituir una herramienta indispensable para dar los primeros pasos en el desarrollo económico de la ciudad. Son, además, el vestigio de la importancia que tuvo esta zona de La Laguna en la economía de la ciudad en el siglo XVI a través de la denominada “cultura del agua”.
El molino de La Verdellada es una construcción de forma troncocónica de mampostería de unos siete metros de altura y de tres cuerpos, con un diámetro de tres metros en la base y de dos en la coronación. Con los trabajos de desescombro del torreón del molino verdeño, ha resurgido el perfecto pozo que era llenado de agua para hacer de fuerza motriz en el movimiento de la maquinaria del molino.
El alcalde visitó el barranco para comprobar in situ el buen ritmo de los trabajos, acompañado por la concejala de Vías y Obras, Cruci Díaz, y el concejal de zona de La Verdellada, Jonathan Domínguez.
El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, visitó en pasado jueves 24 de septiembre el barranco de La Verdellada para comprobar in situ el buen ritmo al que marchan los trabajos que está realizando el Ayuntamiento para recuperar las antiguas estructuras de los dos molinos de agua y el horno de cal que se ubican en el lugar. Así, el alcalde anunció que se prevé que la primera fase del proyecto esté concluida en el próximo mes de enero.
Clavijo, que estuvo acompañado en su visita por la concejala de Vías y Obras, Cruci Díaz, y por el concejal de zona, Jonathan Domínguez, destacó que esta iniciativa, en la que trabaja codo con codo Ayuntamiento y Asociación de Vecinos Los Verdeños desde hace varios años, “contribuye a la conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico y cultural de la ciudad por el gran valor etnográfico y arqueológico que poseen los molinos. Por ello, nuestra idea es redescubrirlos y devolvérselos a la ciudad para que puedan ser admirados por todos los vecinos”.La primera fase del proyecto, que abarca los primeros 100 metros del barranco, incluye el citado molino de agua, un viejo acueducto y el conocido capricho geológico del “corazón partido”. Los trabajos se basan en el redescubrimiento de las ruinas del molino de La Verdellada, así como la adecuación de un mirador y vallas de protección, la limpieza del acueducto y la creación de un sendero para acceder al “corazón partido”.
Respecto al mirador, se trata de pavimentar los entornos de la parte superior de este enclave, a nivel de calle, desde el que los vecinos y visitantes puedan contemplar los valores patrimoniales de este singular entorno histórico-etnográfico. Al mismo tiempo, se instalará un vallado de forma que estas ruinas queden protegidas para su mayor conservación. Asimismo, se dotará de iluminación especial esta zona para facilitar su visión y protección nocturna.
Las estructuras de los dos molinos de agua de La Verdellada se conservan en la margen derecha del mismo barranco, uno en la zona del Timple y el otro junto a la Casa de Barco, en la zona más próxima a la Vía de Ronda. Se empleaban en el pasado para la utilización del agua como fuerza motriz para la molienda de cereales, especialmente, para fabricar gofio. Estos molinos están asociados a la historia misma de la Ciudad del Adelantado y llegaron a constituir una herramienta indispensable para dar los primeros pasos en el desarrollo económico de la ciudad. Son, además, el vestigio de la importancia que tuvo esta zona de La Laguna en la economía de la ciudad en el siglo XVI a través de la denominada “cultura del agua”.
El molino de La Verdellada es una construcción de forma troncocónica de mampostería de unos siete metros de altura y de tres cuerpos, con un diámetro de tres metros en la base y de dos en la coronación. Con los trabajos de desescombro del torreón del molino verdeño, ha resurgido el perfecto pozo que era llenado de agua para hacer de fuerza motriz en el movimiento de la maquinaria del molino.
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