El ayuntamiento reconoció así el pasado 8 de septiembre, al que se considera "un lagunero de adopción y figura irrepetible de la música popular canaria". La Calle Dacio Ferrera Martín será la vía que da acceso al Colegio Nava La Salle, y al acto inaugural asistieron sus familiares y el grupo Los Sabandeños.
La ciudad de La Laguna rindió un homenaje, a título póstumo, a la figura del gran cantador Dacio Ferrera Martín, lagunero de adopción y figura irrepetible de la música popular canaria, y lo hizo dando su nombre a una calle de la ciudad en su barrio de La Verdellada. Este acto protocolario, enmarcado en las Fiestas en honor del Santísimo Cristo de La Laguna, tuvo lugar el pasado martes 8 de septiembre.
Presidida por el alcalde de la ciudad, Fernando Clavijo, la rotulación de la mencionada vía pública con el nombre de Dacio Ferrera Martín contó con la presencia de su viuda y demás familiares y amigos, así como otros miembros de la Corporación municipal como el concejal de Fiestas y de la zona de La Verdellada Jonathan Domínguez. Asimismo, Los Sabandeños también estuvieron presentes y pusieron la nota musical en este homenaje a Dacio, quien fuera componente del grupo lagunero.
Dicho reconocimiento partió del acuerdo unánime de las fuerzas políticas municipales, iniciando un expediente de honores y distinciones tras su fallecimiento, que tuvo lugar el 16 de febrero de 2007, a los 68 años de edad, a causa de una enfermedad.
Dacio Ferrera nació en el pueblo tinerfeño de Arafo el 24 de abril de 1938, mas toda su vida la pasó en San Cristóbal de La Laguna, donde era reconocido como uno de sus ciudadanos más insignes. Extraordinario cantador, dotado de un estilo en verdad único, fue un ejemplo por su autenticidad y su enorme contribución a la puesta en valor y engrandecimiento del patrimonio musical de las Islas.
En La Laguna se inició en el mundo de la música, entrando de niño a formar parte de la agrupación de pulso y púa del Orfeón La Paz. En esta misma institución de la ciudad, de la mano de don Manuel Hernández, aprendió a tocar la guitarra y el laúd y comenzó a cantar, destacando por su gran talento, que le venía dado por vía familiar, a través de su madre y de su tío Pepe Cartaya.
De joven, actuó con la Agrupación Folclórica Real Hespérides, así como con el Orfeón La Paz y la Masa Coral Tinerfeña, ganando, gracias a sus cualidades vocales e interpretativas, varios concursos de rondallas del Carnaval.
En la década de los 60 realizó una gira por la Península junto a Olga Ramos y el Cuarteto Acaymo, cosechando gran éxito. Por entonces, Elfidio Alonso, director de Los Sabandeños, le invita a integrarse al grupo, iniciándose así una fructífera relación de 15 años, durante la que se vivió uno de los periodos más intensos y fecundos de este emblemático grupo lagunero y se escribió una de las páginas más brillantes de la música tradicional canaria.
Dacio Ferrera puso voz a algunas de las canciones más relevantes del repertorio sabandeño, las cuales, por mérito propio, han pasado a la historia del folclore de las islas. Al mismo tiempo, comenzó a agrandarse el respeto y admiración hacia su figura en todos los rincones de Canarias.
Después de dejar Los Sabandeños, inicia un periodo de cierto alejamiento de los escenarios. Pero vuelve. Así, entre otras, es memorable su participación en el espectáculo La Noche de Canarias, representado en Canarias, Madrid y Cuba junto a la Orquesta Sinfónica de Tenerife y un importante elenco de artistas isleños, y que luego fue plasmado en un disco.
En la última década ha formado parte de la Parranda de Cantadores, un selecto grupo dirigido por José Manuel Ramos que contaba con la voz y el estilo inigualables de Dacio Ferrera, junto a solistas de la talla de Olga Ramos, Mary Carmen González, Fabiola Socas, Candelaria González, Melquíades Cruz, Héctor González o Calaya Rodríguez.
En sus últimos años, participó en varios recitales con el timplista majorero El Colorao.
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