lunes, 10 de marzo de 2025

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Cierra sus puertas el Bar Verdellada tras más de 55 años de historia

Su actual propietario, Francisco Hernández Rodríguez "Kiki", hijo de los fundadores del local en 1970, ha comunicado el cierre por motivos de salud.



Según reza en su misma cartelería, fue en el año 1970 cuando abrió sus puertas el “Bar Verdellada”, en la entonces calle segunda, hoy Domingo Pérez Minik, del casco viejo del barrio de La Verdellada. Fue el matrimonio formado por don Miguel Hernández García y doña Hortensia Rodríguez Morín, quienes se embarcaron en una aventura emprendedora, en unos tiempos difíciles, pero que con tesón e impregnación de ese espíritu emprendedor en sus descendientes, permitió el traspaso generacional del negocio hasta nuestros días.

Habían creado mucho más que un negocio de barrio, crearon todo un punto de encuentro generacional, un lugar referente para la amistad y, en definitiva, una parte intangible de la historia del comercio verdeño. Tanto así, que sin duda podemos decir que, con sus 55 años de actividad comercial, posiblemente sea el negocio con más años ininterrumpidos de actividad  en el casco de La Verdellada.

El Bar Verdellada comenzó en los años 70 cuando en el barrio verdeño existían muy pocos comercios, y lo hizo con el modelo de éxito en aquellos años, el de "taberna con vino del país y comida casera, espacio para tertulias y juegos de mesa", donde prácticamente toda la familia hechaba una mano. El bar Verdellada fue lugar de reunión, de fiestas, de vida social y familiar en una época en la que no existía local social, ni centro ciudadano, y en la que los bares eran todo eso y más.

Bar Verdellada en los años 70. De izquierda aderecha, Doña Hortencia, don Miguel sirviendo, don Felipe Gonzalez (vecino), don Juan Rodríguez (vecino), matrimonio de alemanes de visita, don Antonio Hernandez "el sargento".


Cuando el negocio pasó a manos de los hijos del matrimonio formado por don Miguel y doña Hortensia, en concreto a manos de sus hijos Kiki (Francisco) y Chencha (Hortensia) (+), entre finales de los años ochenta e inicio de los noventa, tras el fallecimiento de don Miguel, el bar se convirtió en un atractivo punto de encuentro para las generaciones juveniles del barrio, con el estilo de bar "americano" que se ha mantenido hasta la actualidad.

Precisamente entre finales de los 80 y principio de los 90, el “Bar Verdellada” tomó el relevo del “Bar Rosendo” en la organización de excursiones, viajes, e incluso participar activamente en el impulso de la comisión de las propias fiestas patronales de los años 92 y 93. Actividad e implicación social que sirvieron para ponderar a un más el compromiso de sus propietarios con la identidad y la comunidad del barrio verdeño.

A lo largo de los años 90, la transformación que vivó el movimiento vecinal con el nacimiento de Ajuve (1990), y la refundación de Los Verdeños (1995), asumiendo estas el roll de dinamización de la vida comunitaria, esa responsabilidad paso de los bares a las asociaciones, iniciándose así una nueva etapa también en el comercio, con mayor competitividad por la variedad de oferta, y el aumento significativo de habitantes tras el boom urbanístico del barrio en los 90.

A partir del año 2000, tras el fallecimiento de varios familiares importantes en la propiedad, como fueron los casos de doña Hortensia y su hija, la siempre alegre y bondadosa Chencha, comenzó una nueva era del bar, con la incorporación de la carismática María José, pareja de Kiki, con quien el bar consolidó de manera muy sólida un liderazgo en el barrio que ha durado, sin discusión, hasta nuestros días.

Hay pocos vecinos del barrio de La Verdellada que no atesoren ningún recuerdo o vivencia vinculada a la vida del bar de Kiki, desde tardes de charlas, amores conquistados en sus mesas, juegos de mesa, partidos de fútbol, noches de fiestas, sorteos de Navidad, loterías, etc.. Kiki y María José, se complementaron de manera perfecta para mantener el Bar Verdellada como una referencia líder del barrio verdeño en los últimos 25 años, ejemplo de éxito de emprendimiento local, y ejemplo de sacrificio para mantener más allá de un medio de vida, un lugar para convivir y compartir la propia vida.

El pasado 20 de febrero, a través de sus redes sociales, Francisco Hernández Rodríguez "Kiki", anunció la triste noticia del anuncio del "cierre" del bar por "motivos de salud", para el día 28 de febrero. Muchos, dado el carácter "guasón" y a su característico "humor irónico", pensaban que era una de sus bromas, y casi ni lo creyeron. Sin embargo, el viernes 28 de febrero, efectivamente, el Bar Verdellada cerró sus puertas, y con ello decidió pasar la página, en ese libro gigante que recoge la historia del barrio verdeño.

Así pues, pese a que no podemos afirmar de si se trata de un hasta luego o un cierre definitivo de la marca y sello del "Bar Verdellada" tal y como ha existido en estos 55 años de vida, lo que sí parece claro es que, por motivos de salud, sus actuales propietarios dan por concluida su actividad. Ante esta realidad, desde estas líneas no cabe otra que desearles lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas, desearles muchísima fuerza en la salud, y como no podía ser de otra forma, darles las gracias eternas por haber dado tanto a la vida y a la historia de La Verdellada.


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