El 22 de septiembre de 2007, se celebraron elecciones en la Asociación de Vecinos Los Verdeños en las cuales fue elegido nuevo presidente Moisés Afonso León. Un año después hacemos resumen de su legislatura al llegar al ecuador de la misma.
Foto: Moisés Afonso.
El 22 de septiembre de 2007, los vecinos socios de Los Verdeños, decidieron a través de las urnas la elección de la candidatura encabezada por Moisés Afonso para afrontar el cambio de era, tras el fin del ciclo de Jonathan Domínguez. Un año después, en el ecuador de los dos años que dura la legislatura en Los Verdeños, el resumen de la gestión tiene muchas luces y sombras, y es que la asociación se ha volcado mucho en la publicidad y se ha alejado un poco de la realidad. No obstante, la opinión generalizada es que la presidencia de Moisés Afonso comenzó con un notable, y llega al ecuador de la legislatura con un aprobado raspadito en popularidad y gestión.
Sin embargo, le ha tocado al vicepresidente segundo, y portavoz oficial en Los Verdeños, Cristo Peña, que estos días ejerce la presidencia accidental, dar la cara para resumir el ecuador de la legislatura. Así pues, el también presidente de los jóvenes de La Verdellada, ha calificado este primer año de legislatura como bueno, aunque muy duro. Peña ha valorado el papel de “novatos” que tenían las principales caras de la junta directiva, que se ha compensado con la experiencia de la otra mitad de directivos, lo que ha servido para aguantar el tirón.
Cristo Peña afirma que en estos 12 meses se han cumplido buena parte de las promesas hechas hace un año, entre ellas la de eliminar la cuota a los mayores de 70 años, o el mantenimiento de las tradiciones del barrio. En cuanto a obras, Peña ha argumentado que la gestión de la asociación se ha centrado en los grandes proyectos que había ya en marcha, tales como el parque Tinguaro, el campo de fútbol, los ascensores o la guardería. Como momento cumbre de estos 12 meses, ha citado la inauguración del campo de fútbol, el pasado 19 de julio.
El portavoz verdeño afirmó para concluir, que la gente les exige mucho más de lo que pueden ofrecer, porque continuamente nos comparan con la borrachera de éxitos que tuvo la asociación de vecinos en la etapa presidencial de Jonathan Domínguez. “Esa losa pesa mucho, y la gente tendrá que acostumbrarse, porque pasaran más de veinte años hasta que aparezca otro Jonathan, si es que aparece”. “Los Verdeños llegaron ya a su tope, y ahora nuestra misión es mantener o no bajar, y para eso hacen falta además de un junta directiva que trabaje, un barrio que la arrope”. Peña concluyó, sin embargo, alegrándose de ser un heredero de la era Jonathan, porque ser participe de los éxitos que ha tenido La Verdellada es algo irrepetible.
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