Como cada primer domingo de agosto La Verdellada volvió a centrar sus miradas en la Virgen de Lourdes
La Verdellada volvió a reunirse y rendir culto en honor a su patrona, la imagen de Nuestra Señora la Virgen de Lourdes. Por segundo año consecutivo no se han organizado actos populares, aunque este año han vuelto los fuegos artificiales.
El pasado domingo 1 de agosto, las miradas de La Verdellada han vuelto a dirigirse a la sagrada imagen de su patrona, Nuestra Señora la Virgen de Lourdes para celebrar su fiesta grande, que como es tradición en el barrio lagunero se festeja en verano, pese a que en su festividad litúrgica del 11 de febrero se celebra la procesión de las candelas. Este año, y ya suman dos, no ha habido programa de actos populares, y la fiesta se ha limitado al encuentro religioso en torno a la imagen.
Pese a que se estaba organizando la celebración patronal del primer domingo de agosto con una misa de campaña en la Plaza Mayor, las restricciones del nivel 4 que sufre Tenerife, tiraron por tierra la idea, y se volvió a organizar los actos , al igual que en 2020, en el interior del templo parroquial de Barrio Nuevo. La imagen fue trasladada desde el viernes 30 de julio a la parroquia, dónde se celebraron diferentes misas con su presencia, hasta la principal del domingo 1 de agosto al medio día.
La misa principal fue oficiada por el párroco del barrio, don Santiago Cruz Dorta, fue amenizada por el coro Voces Católicas de La Verdellada, y retransmitida en directo por el Facebook de la parroquia. En el apartado de autoridades, junto la presidenta de Los Verdeños, María Rodríguez, y directivos del movimiento vecinal, estuvieron presentes el concejal de fiestas, Badel Arvelo, la concejala de mercado, Carla Cabrera, y el concejal portavoz municipal de Coalición Canaria, el verdeño Jonathan Domínguez, quien fue encargado, cumpliendo promesa, de cargar la imagen en su salida de la parroquia.
La imagen fue posteriormente expuesta en su trono y en su capilla de La Verdellada durante toda la tarde del primer domingo de agosto, en la que permaneció abierta para recibir las visitas, oraciones y ofrendas de los devotos. Al llegar la noche, la imagen fue sacada al exterior de la capilla para recibir una ofrenda de fuegos artificiales, patrocinados por el ayuntamiento, con los que se dieron por finalizados los actos, dejando entre el numeroso grupo de vecinos concentrado en la zona, un ambiente festivo que vislumbro las ganas de recuperar las fiestas patronales que se respira en el barrio.
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