El icónico banco de la calle Francisco Afonso Carrillo, con más de 30 años de historia, ha sido siempre un punto de encuentro, dialogo y debate para cientos de vecinos, jóvenes y mayores del barrio, por lo que su retirada ha generado una gran polémica.
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El primer banco de 1994. |
En la mañana de este lunes 26 de mayo, sin previo aviso, operarios del área de Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de La Laguna, que dirige el concejal socialista Ángel Chinea, procedieron a retirar el pintoresco pero histórico banco de la acera de la calle Francisco Afonso Carrillo, junto al Centro Ciudadano. Se trata de un lugar de encuentro con más de 30 años de historia, y que, pese a no cumplir con las nuevas normas de accesibilidad, nadie se había atrevido a retirar por saber lo que significaba.
Fue en el verano de 1994, cuando un grupo de vecinos del barrio construyó con bigas de las obras cercanas, un enorme banco de madera, para sentarse y disfrutar de las tardes en lo que era el final de la calle Francisco Afonso Carrillo. Aquel banco fue testigo del crecimiento urbanístico de La Verdellada, de la construcción de los edificios cercanos, de la plaza, o del centro ciudadano. Aquel banco se convirtió en punto de encuentro para jóvenes, mayores, obreros y vecinos, que lo convirtieron en escenario de charlas, de debates, de enamoramientos y de amistades memorables.
En definitiva, ese banco ha sido parte intangible de la historia reciente del barrio de La Verdellada, tanto así que, en 2001, cuando el viejo banco de 1994 presentaba síntomas de pudrimiento por efectos de la lluvia, y se pretendió retirar definitivamente, tuvo que ser sustituido por el actual, debido a la gran polémica que se generó. El viejo banco fue retirado, y en señal de protesta los vecinos se dedicaron durante varias semanas a colocar en su lugar sillas y sillones viejos, piedras y bloques, hasta que no hubo más remedio que recolocarlo por orden de la propia alcaldesa Ana Oramas.
Desde entonces ahí ha estado resistiendo frente a quienes alguna que otra vez, desconocedores del poderoso sentimiento de identidad que generaba, osaban plantear su retirada por estética, o por normativas de accesibilidad, que dicho sea de paso no se cumplen en medio municipio y no hacen nada por corregirlo.
Ahí ha estado ese banco caprichoso resistiendo hasta este lunes 26 de mayo, cuando a razón de una supuesta denuncia vecinal por "molestias al ruido que generaban quienes en el pasaban los ratos", el Ayuntamiento de La Laguna tomó osada decisión de mandar a unos operarios con radial, a cortar sus patas y llevárselo velozmente, como si de un asalto se tratara, y en una operación que no duró más de 15 minutos.
El malestar generado entre los vecinos que usan el banco, y los que alguna vez han hecho uso del mismo, no se hizo esperar. "El alcalde le ha quitado el Parlamento a La Verdellada", es lo más suave e irónico que se ha podido leer hoy en los diversos chats de WhatsApp del barrio. Políticamente hablando en el gobierno de La Laguna parece que hay algo de ceguera, y es que un simple banco, por muy insignificante que sea, puede motivar más un avispero que otras cosas de mayor peso.
Ese banco es algo más que un simple asiento, es un símbolo de resistencia, es tocarle la moral y la identidad a un barrio que está bastante cansado del abandono municipal que sufre, y sin quererlo puede ser el despertar de una rebeldía mucho más intensa. Ana Oramas lo vio, lo sufrió y lo entendió a la perfección en 2001, y escuchar y ceder en vez de imponer le permitió caer en gracia a los verdeños. “En política local respetar un banco en una acera es más importante que traer a un ministro”, dijo Oramas en una entrevista unos meses después.
La presidenta de la Asociación de Vecinos Los Verdeños, Yurena Cruz, afirmó que desde el Ayuntamiento de La Laguna, "absolutamente nadie informó de esta acción municipal", y le sorprendió que desde el área de obras se retirara el banco alegando a una queja vecinal por ruidos junto al centro ciudadano, y que ninguna asociación tenga conocimiento de ello.
Pero la presidenta de Los verdeños fue un poco más allá, y dijo que “más nos sorprende que también se argumente que el banco en la acera no cumplía con la normativa de accesibilidad, y mientras se ha sido muy celoso en esta intervención, siguen sin resolverse los más de 42 puntos con barreras arquitectónicas reales que existen en el barrio, y que pese a presentar un amplio plan con medidas consensuadas con personas con movilidad reducida de la zona, aun no tengamos ninguna respuesta concreta".
Yurena Cruz informó que está prevista para esta misma semana una reunión y visita con el concejal de Obras, y que en dicho encuentro le transmitirán el malestar general con esta actuación, y le solicitarán la reposición del banco. “En ninguna de las mesas de trabajo que se organizaron para crear la propuesta vecinal sobre las mejoras de accesibilidad, en la que participaron diversos vecinos con movilidad reducida, nadie propuso ni planteo nunca quitar el banco, porque hay alternativas de paso, y porque todos somos conscientes que se trata de un lugar icónico”.
“Convivir y consensuar las acciones es lo que permiten que estas sean efectivas y duraderas, por el contrario, imponer acciones u opiniones contra la mayoría, no solo las hace poco duraderas, sino que provocan una confrontación innecesaria que no beneficia a nadie”, aseguró la presidenta de Los Verdeños.
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