lunes, 14 de octubre de 2024

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Malestar generalizado en la Urbanización La Verdellada por la iniciativa del ayuntamiento para cambiar el nombre de las calles

El pleno del ayuntamiento del pasado 10 de octubre aprobó la propuesta del PSOE para eliminar vestigios del franquismo en el municipio, entre los que se encuentran las calles Emilio Gutiérrez Salazar, Arturo Vergara Rodríguez y Vicente Buergo Oraá.


La calle Emilio Gutiérrez Salazar, con el asfalto quebrado hace años, con una neceidad de mantenimiento prioritaria, podría tener cambio de nombre antes que asfalto renobado.


La noticia sobre el previsible cambio en el nombre de las calles de la Urbanización La Verdellada, que sigue su trámite con la aprobación en el pasado pleno del 10 de octubre, de la iniciativa del PSOE para eliminar los vestigios del franquismo en el municipio, ha generado un malestar generalizado en los vecinos del barrio.

Las quejas e indignación generalizada no se suscribe a que los nombre a retirar sean de alcaldes de la etapa preconstitucional, dato que muchos vecinos desconocían, sino por las molestias y perjuicios que ello acarreará a los más de 1.500 vecinos residentes en la urbanización, que se verán obligados a cambiar su domicilio postal otra vez.

La iniciativa aprobada en el pleno del Ayuntamiento de La Laguna a propuesta del PSOE, se justifica en el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, aprobada e impulsada también por el partido socialista, pero a nivel estatal, que promueve la revisión y retirada de todo vestigio, reconocimiento o enaltecimiento del franquismo. Para ello se ha encargado a la Universidad de La Laguna un estudio para inventariar todos los elementos que pudieran estar afectados con esta normativa, entre los que ha trascendido, se encuentran las tres principales vías de la Urbanización de La Verdellada.

La noticia no ha sentado nada bien a la mayoría de los residentes en la Urbanización La Verdellada, y es que, en 2017, con motivo de un requerimiento de Correos, que estuve tres meses sin repartir cartas en la zona, se tuvieron que reordenar los domicilios postales en la urbanización, lo que conllevó a que cerca de un millar de viviendas y locales tuvieran que ajustar, y por consiguiente cambiar, su domicilio postal.

La entonces concejala responsable de Presidencia y Planificación del Ayuntamiento de La Laguna, Mónica Martín (Psoe), se encargó de negociar y cerrar un acuerdo con Correos que permitió que se retomara el reparto postal en la zona, previa reorganización del callejero de la urbanización, que eliminó la Fase 1 y 2, y unificó toda la urbanización en la calle Emilio Gutiérrez Salazar, del número 1 al 32 coincidiendo con la numeración de los propios bloques. Este proceso, a diferencia del actual, fue presentado, debatido y trabajado con los afectados en el Consejo de Zona.

Muchos vecinos no entienden porque entonces no se cambió el nombre de la calle y así evitar más molestias. Lo cierto es que, en 2017, no se entendía que por haber sido alcaldes en la etapa franquista se les tuviera que retirar el nombre a la calle, puesto la anterior Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero (Psoe), no profundizaba en este ámbito, sino en la Guerra Civil y franquismo ideológico.

La nueva Ley de Memoria Democrática de Pedro Sánchez fue más allá, e incluyo en la iniciativa de "análisis y cuestionamiento" a toda la etapa institucional, social y cultural franquista, y la transición hasta 1982, quedando ahora sí, incluidos los alcaldes del periodo preconstitucional que dan nombre a las calles de la Urbanización.

En el pleno municipal, el debate de esta moción no duró más de 5 minutos, y contó con el voto en contra de VOX, y la abstención del Partido Popular, cuyo portavoz Juan Antonio Molina, criticó "las prioridades de este gobierno municipal frente a la cantidad de problemas a resolver en el municipio". En las diferentes publicaciones de esta noticia en redes sociales, la inmensa mayoría de los comentarios de vecinos ha sido de crítica a la iniciativa, por considerarse un tema no prioritario, mientras el barrio percibe la sensación de estar más abandonado que nunca, todo con las molestias que suponen volver a cabiar toda la documentación personal en las que se cite el domicilio postal.



Las dos caras opuestas, de derecha a izquierda, en el callejero de La Verdellada

Frente a las tres vías de la Urbanización de La Verdellada, rotuladas en recuerdo de los tres alcaldes de la etapa preconstitucional, que ahora serán objeto de una acción de retirada en aplicación de la Ley de Memoria Democrática, en el otro extremo del barrio de La Verdellada, se encuentra la calle Ernesto Che Guevara. El guerrillero comunista argentino, que promovió a la fuerza de las armas un modelo político distinto al democrático, que en la práctica fue la dictadura comunista cubana, que aún hoy somete al país caribeño.

El Che Guevara, convertido por la izquierda en un ídolo, pese a los matices homófobos, sanguinarios y escasos de empatía ante quienes pensaban distinto, tal y como recogen decenas de historiadores de su obra, fue reconocido con una calle en La Verdellada tras acuerdo plenario de 1998, y tras una iniciativa del extinto partido Izquierda Unida.

Si se aplicará coherentemente el fundamento de la Ley de Memoria Democrática de Pedro Sánchez, más allá del territorio nacional y sin limitarse al exclusivo contexto franquista, la retirada de la Calle de Ernesto Che Guevara sería la acción candidata número uno, puesto el histórico guerrillero argentino no cumple con ninguno de los principios democráticos que defiende ponderar la nueva norma. 

El problema subyace, en que la Ley de Memoria Democrática, quizás, sea excesivamente ideológica hacia una sola parte, y por ello, incapaz de solucionar y fomentar el aprecio y defensa de los valores democráticos, y de referencias claras del mismo, que deben impregnarnos ahora y siempre y en todos los contextos.

En La Verdellada han sido varios los vecinos que en diferente momento han solicitado la retirada del nombre del "Che" a su calle, por lo motivos descritos; sin embargo, desde el Ayuntamiento de La Laguna nunca se les ha escuchado, aunque si se les ha coherentemente respondido, indicando que las molestias y problemas que generaría el referido cambio postal a los vecinos residentes en la calle, no compensa el mismo, un criterio que ahora no importa para los más de 1.500 vecinos de la Urbanización La Verdellada.

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